Los 'picassos' de Manolo Campoamor

"Pinto lo que veo, no lo que pienso", proclama el pintor madrileño Manolo Campoamor (1958) ante su nueva exposición individual en la capital, que estará en la galería El Transformista (Mira el Río Baja, 16-18) hasta el 28 de diciembre, día de los Inocentes, un guiño que le parece oportuno al autor, cuya trayectoria está salpicada por toques de humor.

Picassoyyo es el título que engloba su nueva producción, "un ejercicio de estilo" sobre Pablo Picasso, un pintor al que considera "el mejor del siglo XX" y que además era el artista favorito de su progenitor, Ángel Campoamor Romero, recientemente fallecido.

Cuando habla de esta ausencia, el pintor no tiene reparos en confesar su sensación de vacío y el efecto de terapia y de acto de amor que ha supuesto el liarse a pinceladas con los recuerdos. "Alguna vez ya pinté un picasso para él", cuenta, pero esta vez ha sido una dedicatoria completa: "Me imagino que de algún modo los ve y que le gustan". El homenaje incluye 14 piezas, de mediano formato, en acrílico sobre tela. Todos los cuadros, sin título, lucen "un gris matizado".

Al principio Campoamor se centró en el blanco y negro, en las caras con expresión dramática, pero luego fueron surgiendo toques de color. "Estaba bajo de ánimos, pero soy un tipo optimista", revela.

Pegamoides

"Mi musa han sido los propios cuadros de Picasso", bromea Campoamor, quien se inspiró en las obras que el famoso artista malagueño produjo entre los años veinte y los años cuarenta.

Y a propósito de décadas clave, la de los ochenta está indisolublemente unida a las andanzas profesionales de Manolo Campoamor. En plena movida madrileña, participó en la creación de grupos emblemáticos de la escena musical, como Kaka de Luxe, los Pegamoides y Radio Futura. Pero sólo fueron dos años y pico de intensidad musical "frente a los 20 años de pintor".

En la obra de estos años abundan los collages, que siguen ocupando su actividad pictórica. Además, en la próxima edición de la feria Arco, Campoamor estará presente dentro del espacio de la galería granadina Sandunga con otra de sus facetas artísticas: un cortometraje de animación. En esta ocasión mostrará una reflexión irónica sobre las omnipresentes obras de Madrid.