En pijama para reclamar su sueldo
Una empleada de Marsans protesta en una de sus oficinas por los impagos
Laura Gonzalo, trabajadora de viajes Marsans desde hace 10 años, llegó ayer puntual a su puesto en la sucursal de la empresa de la estación de Atocha. Lo extraño es que iba en pijama. De esta guisa, y tumbada sobre un saco de dormir, la empleada ha decidido exponerse a diario en la cristalera de la oficina "para que todo el mundo sepa lo que está pasando en esta empresa". Marsans, que hasta el pasado mes fue propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y que en la actualidad se encuentra en concurso de acreedores bajo la dirección de sus nuevos dueños, Posibilitium Business, no ha pagado la nómina de junio a la mayoría de sus alrededor de 2.100 empleados, ni tampoco las liquidaciones de los que han decidido abandonar la compañía ante la situación actual. Un perjuicio difícilmente asumible para "currantas" como Laura, que con dos hijos y la hipoteca a cuestas, pretende con su acción concienciar a sus responsables.
"Solo pedimos que nos paguen. Esta empresa daba dinero y de repente nos cuentan que no queda nada. Ni presentan un expediente de regulación de empleo ni dan explicaciones. Lo único que han anunciado los nuevos dueños es que despedirán al 60% de los empleados", denuncia un trabajador, miembro del comité de empresa por el sindicato UGT. No solo es Laura. La plantilla de Marsans se está movilizando para pedir su sueldo. "El próximo jueves volveremos a concentrarnos frente a la sede de la CEOE", añade el sindicalista. Desde Marsans aseguran que en los próximos días se pagarán las nóminas. "Hay que esperar el visto bueno de la administración concursal, pero es nuestra máxima prioridad", afirma un portavoz. La empresa, además, adelanta que el ERE que fulminará más de la mitad de los puestos de la plantilla llegará en agosto y, respecto a los clientes que abonaron sus viajes antes de declararse el concurso, tendrán que esperar. Marsans les remite a reclamar su dinero en el número 61 de la calle de Fernando El Católico. "Pero no se les puede devolver hasta que no se cierre el convenio de acreedores. Y no hay fecha para eso", advierten desde la compañía.
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