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La presidenta se inventa el 'metrotrén' para unir Madrid con Torrejón de Ardoz

Soledad Alcaide

Primero fue el metro ligero (tranvía); luego, el metrobús (líneas de autobús), y ahora llega también el metrotrén a la red del suburbano. Porque, una vez más, la Consejería de Transportes acude a una modalidad de transporte diferente del metro para sus proyectos de ampliación. El que ayer aprobó el Gobierno de Esperanza Aguirre, y que pretende unir la estación de Chamartín con Torrejón de Ardoz (113.000 habitantes), contempla utilizar una vía de ferrocarril sin servicio de la línea Madrid-Barcelona, de 15 kilómetros, que Renfe debe antes ceder a la Comunidad de Madrid, para acortar el trayecto.

Una portavoz de la consejería explicó que aún deben estudiar si se puede adaptar esa línea férrea al metro o habrá que utilizar trenes convencionales. Por eso, todavía no se sabe qué tipo de vehículos circularán por la futura nueva línea.

Para unir esta vía a Torrejón está prevista la construcción de un túnel de 7,5 kilómetros, que pasará por debajo del casco urbano del municipio y por los cercanos polígonos industriales de San Fernando de Henares y emergerá a tierra en los aledaños de la M-50. Con esta fórmula se consigue un trayecto medio de 20 minutos para una línea de 22,5 kilómetros, según explicó el vicepresidente, Ignacio González, que aseguró que calculan que habrá una media de 25.000 usuarios al día.

La construcción del túnel, que durará tres años, supondrá un coste de 450 millones de euros y están contempladas tres estaciones. Una en la avenida de la Constitución de Torrejón, otra en la calle de Londres y la tercera, en la urbanización Soto del Henares. Además, por primera vez, la Consejería de Transportes contempla también construir aparcamientos disuasorios en las estaciones, que tendrá cada una unas 2.000 plazas, según aseguró González.

El Gobierno regional también seleccionó ayer tres de las cinco propuestas para el trazado de la carretera de peaje que servirá como alternativa a la A-6, carretera de A Coruña, y que se denominará M-65. Se trata de un proyecto que Esperanza Aguirre ha reclamado sin éxito al Gobierno central y que ahora se empeña en sufragar.

Para ello, convocó un concurso internacional de ideas. De las propuestas seleccionadas ayer saldrá el proyecto definitivo, aunque las tres empresas seleccionadas deberán concretar ahora sus trazados. Tienen seis meses de plazo. Ignacio González avanzó que en un año tendrán el proyecto final.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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