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El caso Palomino

"El primero que se acercara iba a morir"

Pilar Álvarez

"Carlos y un grupo de amigos entramos en el metro y nos encontramos con un tipo con una sudadera neonazi. Carlos le preguntó por la sudadera [Estébanez] le sacó una navaja y le apuñaló en el corazón". El primer testigo protegido del juicio, un amigo de Palomino al que Josué Estébanez, el presunto asesino de Carlos, apuñaló en la mano, contó ayer detrás de un biombo su relato. No vieron al agresor antes de entrar. Él aguardaba junto a la puerta. "A Carlos no le dio tiempo a defenderse". Tras la puñalada, Palomino pedía "que llamáramos a su madre y a una ambulancia". El enfrentamiento siguió después de que Josúe empujara a Carlos fuera del vagón. "Nos dijo que nos iba a matar, nos llamó guarros e hijos de puta". Su abogado le preguntó si el término guarros "tenía connotaciones". "Es como los neonazis llaman a los antifascistas o a uno que no sea de su ideología", respondió. Cree que les atacó "por la estética antifascista". El acusado había asegurado minutos antes que vio a "crestas y punkis".

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"Tenía miedo. Le apuñalé por instinto"

Según el testigo protegido número uno, Estébanez hizo "varias veces" saludos fascistas. "Creó el pánico". Se movía "constantemente con la navaja en la mano". Intentaron quitársela. ¿Cómo no lograron reducirle entre todos los que estaban? "Era difícil, el primero que se acercara iba a morir o recibiría una puñalada donde fuera".

El segundo testigo protegido, y también víctima, no conocía a Carlos. Tampoco a Josué, que le escuchaba en el juicio al otro lado del biombo. Había quedado con unos amigos para ir a la contramanifestación convocada en Usera. "Nosotros no llevábamos armas, sólo silbatos para hacer ruido, íbamos a gritar más que ellos". Estaba en el metro de Legazpi. "Se montó alboroto y se escuchó: '¡Han apuñalado a un chaval!". Vio al acusado a través del cristal, con una navaja. "Iba exhibiendo el cuchillo". También él intentó desarmarle. "Cogí un trozo de plástico y lo usé como escudo". Arremetió contra Estébanez, que le apuñaló en una costilla. Al principio no se dio cuenta. "Cuando me levanté la camiseta, vi que estaba sangrando". Tuvo que ser operado de urgencia ese mismo día. Tardó tres meses en curarse.

Con la voz quebrada, el testigo rechazó la indemnización que reclamaba su abogado. "Nadie va a pagar eso, no quiero nada de dinero, nada".

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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