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Otra roca traída de la Luna fue examinada en el CSIC en 1971

Una roca lunar donada a España por el primer hombre que pisó la Luna, el astronauta estadounidense Neil Armstrong, fue recibida, seccionada y examinada por el catedrático de Petrología José María Fuster Casas en 1971.

Fuentes del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) aseguran haber visto expuesta esta piedra procedente del satélite terrestre en una vitrina del área presidencial, hace años, pero hoy nadie acierta a explicar dónde se encuentra ni si coincide con la que se cree que Estados Unidos regaló a Franco y que también habría desaparecido.

"No tenemos la menor idea de su existencia", dijo ayer Carmen G. Peñalver, responsable del área de Patrimonio, en cuyo inventario institucional no figura. Lo cierto es que a la roca examinada por el profesor Fuster se une la otra roca lunar que desapareció del Museo del Aire hace ahora cinco años. Hasta su desaparición en 2004, ésta había permanecido en el despacho del director del museo madrileño, al que había sido cedida por Manuel Casajust, que la recibió de Armstrong en señal de gratitud hacia el general republicano español Emilio Herrera (Granada 1879-Ginebra, 1967), precursor de los diseños de la escafandra y el ropaje espaciales empleados en el viaje y descenso a la Luna, de donde Armstrong trajo 21 kilos de material rocoso lunar.

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Basalto volcánico

Fuster extrajo de la roca, para su estudio, una lámina de 50 micras de espesor. Tras el análisis al microscopio comprobó que era basáltica, es decir, de origen volcánico, compuesta por feldespatos y piroxenos.

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"Las rocas lunares son de dos tipos: gabro y basalto; las primeras son cristales consolidados que no salen por la chimenea volcánica y las segundas resultan ser vidrios fluidos expulsados por el cono", explica Javier García Guinea, experto en Petrología del CSIC. "Se trata de rocas volcánicas y anhidras, es decir, carecen de agua y, por ello, la falta de oxígeno indica que tampoco hay óxido férrico, ni procesos de oxidación". Según escribió el científico A. Engel en la revista Science, las rocas lunares "muestran un 7% de titanio, lo que sugiere un fraccionamiento extremo".

Otras fuentes del CSIC aseguran que en este organismo se han estudiado recientemente rocas procedentes de Marte, por parte de Carmen Ascaso, bióloga experta en microrganismos, y por el profesor polaco Jacekc, considerados, además, excelentes microscopistas.

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