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Los sanitarios hablan de situación crítica en el hospital de Arganda

Ginecólogos denuncian coacciones de Sanidad para aceptar traslados

En una mañana recogieron casi cien firmas de profesionales sanitarios. Los antiguos compañeros de las ginecólogas dimitidas del hospital del Sureste han decidido tomar las riendas de la situación. "Ya era hora de que hiciésemos algo", aseguró una de las médicas, que no quiere ser identificada. "Nos han prohibido hablar con la prensa", se justificó.

Ella, junto a casi medio centenar de médicos y enfermeras del hospital de Arganda, acudió ayer al despacho de gerencia para mostrar su indignación ante la situación que sufre el centro. Allí, los profesionales redactaron una carta, dirigida a la Consejería de Sanidad, la dirección de recursos humanos y la gerencia del hospital, entre otras instituciones. En ella, rechazan la "merma de calidad asistencial que se está produciendo como consecuencia de la escasez de personal sanitario y no sanitario". También hablan del servicio de ginecología, que tildan de "crítica". "La situación que actualmente vive el hospital del Sureste hace que la población adscrita a nuestro centro viva situaciones de riesgo injustificables", continúan los profesionales, que también denuncian la "precariedad y peligrosidad" de la asistencia.

"Declinamos toda responsabilidad ante las posibles consecuencias que para los pacientes y usuarios de nuestro hospital se puedan derivar de la situación actual", concluyeron. El escrito está firmado por 96 profesionales, de los que cerca de 30 eran médicos, respaldados por las firmas de decenas de enfermeras, auxiliares de enfermería, fisioterapeutas y matronas, entre otros puestos. Según un portavoz del hospital, no existe riesgo para los pacientes y la plantilla está planificada para atender la actual demanda.

Mientras, la Federación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Femyts), sindicato mayoritario en la sanidad, denunció ayer que facultativos de ginecología de tres hospitales tradicionales -La Paz, 12 de Octubre y el Clínico- "han sido coaccionados para suplir fuera de su área sanitaria las deficiencias médicas originadas por la Administración en los nuevos hospitales", según un comunicado de la formación. "O se van o les rescinden; es un chantaje", añade una portavoz de la Femyts. El hospital del Sureste, inaugurado en febrero, se quedó sin ginecólogas esta semana, cuando renunciaron las últimas cuatro de la plantilla tras un motín de las pacientes.

Un ginecólogo que trabaja en el Clínico aseguró ayer que le ofrecieron un traslado al hospital del Sureste. Dijo que no. El tono cambió. "Me dijeron que si no lo hacía, corría el riesgo de que no me renovaran el contrato eventual", explica el trabajador, que pide anonimato por miedo a represalias. Un portavoz del hospital aseguró que no existe tal coacción.

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