El señor de los gatos
Todo el mundo anda revuelto en los cinco continentes. Madrid no es una excepción. Menos mal que el Papa echará unas cuantas bendiciones y todo va a quedar como la seda, incluso las mujeres que hayan abortado y se arrepientan de ello, que serán liberadas de la excomunión que llevan encima. En medio de todo este galimatías, prefiero transmitir hoy una pequeña y tierna historia que ocurre todos los días hacia las doce de la noche. Es la entrañable historia del señor de los gatos.
Más o menos a esas horas, fielmente, una docena de gatos callejeros se juntan en la esquina de Cardenal Silíceo con Puenteareas, en pleno territorio de la Prospe. Saben que en cualquier momento aparecerá por allí un anciano con bastón que lleva comida para todos distribuida en unos cuantos cuencos. Los gatitos, sin pelea alguna entre ellos, acuden cada cual a su cuenco y rodean cariñosos a su amigo. Después, el anciano se aleja lentamente dando la vuelta a la manzana. Algunos gatos le siguen encantados y luego se desparraman por sus rincones preferidos del barrio. Se comenta que las viandas para los felinos le salen al viejo por 15 euros diarios, por los menos.
Sé cuál es el nombre del señor de los gatos, pero no lo digo porque el anciano es muy discreto y ajeno a todo tipo de publicidad. Tiene la mirada amable y serena. Y habla muy poco.
A muchos ciudadanos este señor nos admira más que el Papa y nos dan más ganas de vivir sosegadamente. Yo tengo una gatita que nunca sale de casa porque le asustan mucho los coches y la algarabía, pero desde la terraza observa con cierta envidia la manifestación gatuna y siempre dice miau suavemente apoyando su cabeza en mi pie.
Se podrían sacar muchas consecuencias. Que cada cual saque las suyas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Francisco Fernández Marugán, el hombre de Estado que siempre estuvo allí
Dabiz Muñoz vuelve a meterse en el vestido de las Campanadas de Cristina Pedroche: “No te pido que me superes, al menos iguálame”
El cirujano acusado de violar a una paciente en Murcia alegó que llevaba mucha ropa y que se mueve por sus problemas de circulación
Los ‘tickets’ que Ábalos pasó al PSOE: una comida para nueve en Navidad, “un menú” de 332 euros y cenas en distintos sitios a la misma hora
Lo más visto
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Rusia amenaza con romper las negociaciones tras acusar a Ucrania de atacar una residencia de Putin
- Estados Unidos usó drones de la CIA para golpear un puerto de Venezuela ligado al narcotráfico
- Alain Aspect, Nobel de Física: “Einstein era tan inteligente que habría tenido que reconocer el entrelazamiento cuántico”
- Robles exige a Feijóo que pida disculpas por decir que el Ejército no acudió en ayuda de las víctimas de la dana




























































