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Reportaje:BANDA SONORA

La sesión musical perfecta

Los pinchadiscos muestran el camino para triunfar en una noche señalada

Carlos Marcos

"¿La sesión perfecta? Sí, cuando miras a la pista y está todo el mundo bailando y sonriendo", comenta David Pérez, 35 años, que pincha en locales de Madrid con el nombre de DJ Dos Dedos. Una vez confirmado que existe la pinchada perfecta, los pinchadiscos nos desvelan cómo se construye.

- Días de precalentamiento. Los pinchadiscos consultados inciden en lo laborioso de preparar una buena sesión. Cristian Valera, por ejemplo, sigue una metodología muy minuciosa: "Durante la semana escucho unos 30 o 40 discos de novedades y me voy haciendo carpetas por estilos en el ordenador: funky, house, tecno, percusión... Luego voy a mi tienda preferida de vinilos y escucho unos 30 para llevarme 10. Con todo ello hago una maleta con las 50 o 60 canciones que he seleccionado".

"Escucho unos 30 vinilos para llevarme 10", dice Cristian Valera
"Un DJ tiene que pinchar con la cabeza alta", cree Iván Espejo
A Jorge Albi le gusta "interactuar" con el público, "hacer olas"
Triunfan 'Valiente', de Vetusta Morla y 'Superstition' de Stevie Wonder
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- La imprescindible siesta nocturna. El cuerpo debe estar en forma para someterse a una sesión nocturna de cuatro o cinco horas, con el desgaste físico que comporta. "Ceno sobre las 21.30 y me echo una siesta nocturna de 23.30 a 1.30. Es muy importante este tiempo de descanso. Tengo comprobado que si no me echo la siesta no es lo mismo. Llego 30 o 40 minutos antes de empezar para preparar los CD y los vinilos. E intento tener mis cinco minutos de concentración antes de empezar, si puede ser en silencio", argumenta Varela, que afronta una Nochevieja frenética: el 30 de diciembre pincha en Tokio (Japón), el 31 en Osaka (Japón) y el 1 de enero en el Space Festival de Madrid.

- Arranque suave. Todos los DJ apuestan por un arranque tranquilo, sin estridencias. "Me gusta empezar suave, buscar un ritmo y un sendero, pero conociendo el camino junto con la gente que hay en la sala", filosofea Julio Patiño, pinchadiscos de El Sol. Para David Pérez, que trabaja en salas como Café La Palma, La Riviera o Low, todo es muy intuitivo: "Hay que saber leer lo que pasa en la pista. Eso es lo que te da el termómetro de lo que debes poner. Y muchas veces se debe improvisar, así que hay que llevar discos de sobra".

Iván Espejo es un malagueño que vive de pinchar en Madrid. Su nombre de guerra es DJ Cue y forma pareja con DJ Caution. Su principal arma es la psicología: "Un DJ tiene que pinchar con la cabeza bien alta, mirando al público. Y analizar". Iván opera con un diagnóstico en la mano: si la gente no sale a bailar eso es porque les da vergüenza así que hay que poner la luz de la pista más tenue, para animarles; si la pista está llena y se consume poco, bajar el volumen de la música y poner temas menos cañeros, para que el público se dirija a las barras... Iván expone su teoría básica: "Las mujeres son las que mandan. Hay que pinchar para ellas. Las chicas suelen salir a bailar; los chicos, a ligar".

Jorge Albi, conocido agitador nocturno y DJ de Madrid en discotecas como 69 Pétalos, ofrece otra alternativa: "Actúo más como maestro de ceremonias, interactuando con el público mientras suena, en esta primera fase de la noche, Walk on the wild side, de Lou Reed, o Heroes, de David Bowie".

- Los temazos. Cuando ya se lleva una hora y media pinchando empiezan a sonar las canciones infalibles, esas que todo el mundo baila. Pero todo tiene su ritmo. "Me gusta hacer olas", explica el pinchadiscos de El Sol, "subir, hacer un crescendo y luego romperlo radicalmente con, por ejemplo, una bossa nova. Es una especie de descanso para luego volver a explotar". Jorge Albi: "Suelo poner picos de seis o siete canciones, éxitos indiscutibles y luego bajar un poco la intensidad para subirla otra vez".

La canción que más triunfa en estos momentos en los locales madrileños (y de todo el mundo) tiene un nombre famoso (se titula Barbra Streisand) y muy poca letra. Basta con un ritmo frenético y, de vez en cuando, un grito de guerra: "¡Barbra Streisand!". Lo firma el dúo de DJ y productores afincado en Nueva York, Duck Sauce. En el capítulo de clásicos triunfantes, ahí va una lista: Funkytown, de Lipps Inc; Blue monday, de New Order; Rapper's delight de Sugarhill Gang; Superstition, de Stevie Wonder; I shot the sheriff, de Bob Marley; I feel good, de James Brown; Hush, de Kula Shaker; Song 2, de Blur... Curioso lo que ocurre en El Sol. Incrustada entre todos estos clásicos internacionales aparece Valiente, de Vetusta Morla. "Es la canción española actual que más gusta", revela su DJ.

Varios DJ animan al público en una discoteca  a hacer olas.
Varios DJ animan al público en una discoteca a hacer olas.GETTY

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Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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