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Los sindicatos piden más diálogo al nuevo consejero de Sanidad

Elena G. Sevillano

A Javier Fernández-Lasquetty no le va a faltar trabajo como nuevo consejero de Sanidad, cargo del que tomará posesión el lunes. Le espera un tramo final de legislatura vertiginoso, en el que va a tener que hacer realidad los compromisos electorales que hizo su jefa, Esperanza Aguirre. Que no son pocos, ni fáciles. Para cuando los ciudadanos vuelvan a las urnas tendrán que estar construidos cuatro nuevos hospitales (Torrejón, Móstoles, Collado Villalba y Carabanchel) y 55 centros de salud. Y la espera diagnóstica tendrá que ser inferior a 40 días, según los compromisos electorales de 2007.

Un desafío y también una tarea incómoda. Güemes dejó a los sindicatos de uñas, muy molestos con un consejero que describen como faltón y poco dialogante. Esa desconfianza pesará sobre Fernández-Lasquetty, que va a tenerlos (a ellos y a las asociaciones profesionales) respirándole en el cogote, vigilantes. Lo que le piden, de momento, es más diálogo. Que se siente con ellos antes de tomar decisiones de calado. Algunos, por pedir, piden que retire el área única, pero Güemes la dejó bien atada antes de partir hacia la empresa privada: aprobada en la Asamblea y con el visto bueno del Consejo de Gobierno a los decretos que la regulan.

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"Tiene que retomar el diálogo con los sindicatos, que estaba muy deteriorado", dice José María Porras, secretario general del sindicato de enfermería SATSE. El nuevo consejero gestionará el presupuesto más abultado de la Comunidad, más de un tercio del total. "Tiene que hacer valer eso en el Consejo de Gobierno. No puede regirse por las mismas normas de recortes y austeridades que los demás", añade.

El sindicato mayoritario entre los médicos, Femyts, también espera de Fernández-Lasquetty que sea más dialogante que su predecesor, especialmente con el área única, un proyecto al que se oponen la casi totalidad de los colectivos sanitarios. Le pide, además, que cumpla los acuerdos de 2006 sobre carrera profesional e incentivos económicos.

Güemes "alentó la provocación" durante todo su mandato, opinan en UGT, que califica de "pésimas" las relaciones que ha mantenido con los sindicatos. Del flamante consejero esperan más "diálogo social", explica Fernando Sánchez, secretario general de la FSP-UGT de Madrid. "Espero que mejore de talante y de talento. El periodo de Güemes ha sido el más nefasto que hemos tenido". Fernández-Lasquetty "tiene que repensar el área única, que es una locura en términos organizativos y no aporta nada", añade. Madrid, además, "necesita un plan de sanidad".

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Desde CC OO apuntan en dos direcciones: "La retirada del área única y la paralización de las externalizaciones", señala Ana González, secretaria de Política Social. Su organización va a estar muy atenta a los movimientos del nuevo consejero, avisa. Y recuerda que la Consejería de Inmigración, de donde procede Fernández-Lasquetty, "no gestiona nada directamente, ya que nació totalmente privatizada". Mal precedente, a su juicio: "Su experiencia es de gestor de la privatización".

La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública saludó así a Fernández-Lasquetty en un comunicado: "El nuevo consejero carece de experiencia y conocimientos en el mundo sanitario, lo que es negativo, pero en todo caso tendrá serias dificultades para hacerlo tan mal como su predecesor". Aun así, le concede el beneficio de la duda: "Es una oportunidad para rectificar y poner en marcha una política sanitaria que tenga en cuenta las necesidades de los ciudadanos y no sólo las de las empresas privadas".

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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