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Reportaje:

El suelo de Dalí no es de Dalí

La Comunidad dictaminará mañana que el enlosado original no es del pintor

Dalí seguramente despotricaría (como solía, con un punto surrealista) si pudiera contemplar el periplo de la plaza que lleva su nombre en Madrid. Ahora resulta que su suelo no es de él. O por lo menos eso es lo que va a dictaminar mañana (día en el que vence el plazo para dictar la resolución) la Comunidad de Madrid, que debía determinar si el enlosado que se colocó al principio y que fue sustituido en una reforma en 2003, es o no obra del artista de Figueres. "No hay prueba cierta de que el enlosado original fuera diseñado por el artista", afirma José Luis Martínez Almeida, director general de Patrimonio, "en definitiva, el pavimento no lo diseñó él y no hago más que ejecutar una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y ratificada por el Supremo que dice que el enlosado no forma parte del conjunto daliniano".

La plaza, que consta entre otros elementos de un dolmen y una estatua de bronce de la que pende una bola que suelen robar, se inauguró en 1986, tres años antes de fallecer Dalí (Figueres, 1904-1989). La idea de dejar su impronta en Madrid no fue idea de él. Surgió del entorno del alcalde Tierno Galván. Y Dalí, que ya daba muestras de haber iniciado su declive, aceptó agradecido la propuesta. Y diseñó un conjunto para una plaza de 25.000 metros cuadrados de superficie en el barrio de Salamanca, en el cruce de la avenida de Felipe II, frente al Palacio de Deportes. El proyecto recayó en el arquitecto Alfonso Güemes.

El lío se originó cuando el alcalde José María Álvarez del Manzano quiso desmantelarla. La lucha vecinal y de la Asociación Salvar el Dolmen lograron, tras un largo proceso judicial, que la Comunidad la declarara Bien Inmueble en julio de 2010, delimitara el conjunto escultórico y por lo tanto quedara protegida. Cuando se abrió el periodo de alegaciones, los mismos colectivos, el arquitecto y otros defensores como el alcalde Juan Barranco (a quien le tocó inaugurarla porque Tierno Galván había fallecido meses antes), consideraron que el suelo original era también obra de Dalí y que por lo tanto había que colocarlo de nuevo. La resolución de mañana es otro tropiezo más para lograr esta vieja aspiración. Otros, como el arquitecto Patxi Mangado que la remodeló en 2003 duda de que Dalí "trabajara en eso; no estaba bien y no definió nada".

El Ayuntamiento, a quien le correspondería reponer el suelo, dijo que se pronunciaría tras la resolución de la Comunidad. A partir de mañana puede, o no, respirar tranquilo (y sus arcas también). No tendrá que levantar el suelo y reponer el original, o lo que quede de él y que está, según fuentes del Consistorio, en un almacén de las afueras de Madrid.

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