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Reportaje:

Los tesoros de un museo subterráneo

La vieja estación de Chamberí y la nave de motores de Pacífico albergarán un centro sobre la historia del metro a mediados de 2007

No será en esta legislatura, como prometió el alcalde, pero la estación fantasma de Chamberí y la vieja nave de motores de Pacífico -que llevan décadas cerradas- reabrirán como Centro de Interpretación de Metro de Madrid "a mediados de 2007", recién estrenado el nuevo mandato. Los madrileños podrán subirse, gratis, a esa "máquina del tiempo" compuesta por andenes, torniquetes de paso y bóvedas, para conocer "los tesoros ocultos" del medio de transporte que "transformó la ciudad", según explicaron ayer Alberto Ruiz-Gallardón y su concejal de las Artes, Alicia Moreno. La rehabilitación de las dos estaciones, anunciada varias veces desde 2003 y con un presupuesto de cinco millones, está por fin en marcha.

La antigua estación de Chamberí, diseño del arquitecto Antonio Palacios, pertenece a la primera línea de metro, inaugurada en 1919 con ocho estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (hoy Iglesia), Chamberí, Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Sol. En los años sesenta la Compañía Metropolitana decidió aumentar la longitud de los trenes, y, ante la imposibilidad de alargar la estación de Chamberí, la clausuró definitivamente en mayo de 1966.

Tres décadas después, los azulejos biselados están rotos, los coloridos carteles publicitarios -encalados en los andenes desde principios del siglo XX-, arrancados o pintarrajeados por los grafiteros que de tanto en tanto se cuelan en la estación; los muebles, taquillas y tornos, oxidados y cubiertos por una capa de polvo acumulada durante años. La rehabilitación consistirá en dejarlo todo como una patena -"conservando el carácter misterioso y fascinante de la estación", según el alcalde- y mostrar mediante reconstrucciones de vagones, instalaciones audiovisuales y paneles la historia del suburbano, de la tecnología que lo acompaña e incluso de la "estética publicitaria".

Exposición junto a los raíles

Por la estación de Chamberí siguen circulando los trenes, aunque no paran; así que el Ayuntamiento tendrá que colocar una gran cristalera de protección para que los visitantes del museo puedan pasear por los andenes sin temor a caer a los raíles y ser arrollados por un convoy.

La otra sede del Centro de Interpretación del Metro será la nave de motores de Pacífico, que entre 1924 y 1972 generó la energía con la que funcionaban los trenes de toda la red -y que, durante la Guerra Civil, solventó las restricciones del suministro eléctrico abasteciendo de luz a buena parte de la ciudad-. Sus tres impresionantes motores diésel y el resto de maquinaria (alternadores, dinamos, baterías) siguen en pie, aunque la nave, que en su día fue la central eléctrica más potente de España, dejó de funcionar en 1972 y fue cerrada en 1987. Las obras de rehabilitación que ahora se acometen le devolverán su rostro original.

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