Un triunfador convertido en 'el gran perdedor'

No fue un mal sueño. Miguel Sebastián, el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, llegó a la sede del PSOE en la calle de Ferraz ayer por la mañana y tuvo que enfrentarse a la cruda realidad: era el gran perdedor. Él, que con 50 años, siempre había sido un triunfador.

Leal a su mentor, el propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero, había decidido dejar su carrera de asesor económico en Moncloa para convertirse en el rival de Alberto Ruiz-Gallardón.

No le importó ser el gran desconocido; no le importó que fuese Madrid la plaza más complicada para los socialistas (18 años sin gobernar en la capital); no le importó carecer de experiencia política... Siempre muy seguro de sí mismo, hasta el punto de poder llegar a resultar algo soberbio o incluso cabezón, asumió el reto y las inmensas posibilidades de estrellarse, vistas desde dentro y desde fuera. Y el economista de éxito, perdió sin poder salvar siquiera los muebles.

"¿Cómo hemos perdido en barrios donde prometimos quitar los parquímetros?"

Sebastián prefirió guardar silencio "hasta que hable el partido", según dice su equipo

Sobre la mesa de la sala de reuniones en Ferraz los gráficos desgranaban la gran derrota de la noche anterior: el PSOE había perdido en Madrid tres concejales (había bajado de 21 a 18). Y los populares habían arrasado, ganando cuatro ediles en el Ayuntamiento.

La estrategia de Miguel Sebastián de pisar la calle y "estar con la gente" para darse a conocer no funcionó. Y quedó ahogada la ilusión que le había llevado a sustituir los despachos de Moncloa por las calles de la que siempre ha sido su ciudad. En su caso, una ciudad vista y descubierta durante años desde el barrio de Salamanca, donde se crió junto con otros nueve hermanos. El joven que viajó a EE UU "para aprender inglés y conocer el país desde el que se dirige el mundo"; el hombre que se ganó una plaza en el gabinete de estudios del BBVA; y el brillante economista fichado por los socialistas para sanear la economía española tras su controvertida salida del banco; ese mismo hombre tuvo que enfrentarse ayer a su derrota, distrito a distrito.

Junto a los miembros de su equipo, trataba de explicar lo inexplicable. ¿Cómo podían haber perdido en Villaverde o en Latina donde habían prometido quitar los parquímetros? ¿Cómo podían haber perdido en todos los distritos menos en dos (Villa y Puente de Vallecas)?

No había respuestas a esa catástrofe. Según algunos de los presentes en la reunión, "Sebastián no ha compartido sus impresiones". No lo hará hasta hoy, una vez que el Comité Regional realice la valoración.

Sebastián, que tendrá que decidir si sigue o no haciendo oposición en el Ayuntamiento de Madrid, prefirió ayer guardar silencio "hasta que hable el partido". Eso sí, tenía claro dónde estaban sus interlocutores.