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Un túnel para silenciar Batán

El Consistorio aprobará el día 31 la Operación Campamento, varada durante 20 años - El proyecto incluye el soterramiento de 2,6 kilómetros urbanos de la A-5

Daniel Verdú

Han pasado 20 años desde que el entonces presidente de la Comunidad Joaquín Leguina imaginó aquello de la Castellana del Sur. La denominación respondía a la idea de urbanizar la zona de los cuarteles de Campamento y construir una gran avenida que uniría el barrio de Aluche con Alcorcón. Una nueva entrada a Madrid. Y al fin parece que se va a hacer realidad. Pero la operación, que se aprobará en el pleno municipal de este mes y a la que ha tenido acceso EL PAÍS, trae un regalo de Pascua para más de 15.000 vecinos.

Con las cargas urbanísticas, unos 618 millones de euros, Ayuntamiento y Ministerio de Defensa pagarán el soterramiento de la carretera de Extremadura (A-5) a su paso por el barrio de Batán. Un túnel de 2,6 kilómetros que enlaza con el actual subterráneo de la avenida de Portugal y que irá desde el Alto de Extremadura hasta la carretera de Boadilla. Una obra que terminará con las pesadillas y el ruido de los vecinos de la zona, que aguantaban en algunos tramos hasta 83,5 decibelios, muy por encima de los 55 decibelios, el máximo permitido por la normativa europea.

El subterráneo beneficiará a 15.000 vecinos acosados por el ruido
Costará unos 600 millones, pagados por el Ayuntamiento y el Gobierno central
Se construirán 10.000 viviendas, y el 70% serán de protección oficial

Una reivindicación histórica sobre la que se ha parcheado con mejoras de asfalto y radares para controlar la velocidad pero que, al fin, encontrará una solución. De momento, los vecinos mantienen la denuncia contra el Ayuntamiento por lo que, a día de hoy, todavía soportan.

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Pero todo esto va íntimamente ligado al comienzo de las obras de la Operación Campamento. Es decir, antes de dos años los vecinos no empezarán a ver la luz. Será entonces cuando se dé inicio a la primera fase del plan, en el que se construirán en total unas 10.000 viviendas. El 70% de todos esos pisos serán públicos. Un enfoque que garantiza su éxito pese a la crisis inmobiliaria y el stock de vivienda que castiga a la economía española.

La idea es que el nuevo túnel libere una gran superficie que unirá el hasta ahora dividido barrio de Batán. El comienzo del subterráneo estaría justo donde acaba el túnel de la avenida de Portugal, en la intersección con el paseo de Extremadura. Sobre el terreno liberado se construirán calles de paso y conexión entre los dos lados de Batán, zonas verdes y arbolado.

El nuevo túnel subirá a la superficie progresivamente desde la altura de la carretera de Boadilla. Tras un tramo de transición, para que los vehículos se adapten a la velocidad del siguiente tramo, la salida del subterráneo conectará con la nueva avenida, la denominada Castellana del Sur. Una vía que llegará a tener en algunos tramos hasta 127 metros de ancho, zonas verdes, carril bus y carril bici. La circulación estará regulada mediante semáforos.

Los vecinos de la zona están encantados con la idea. Pero, dicen, "no es la primera vez que se habla de esto y luego queda en nada", señala Manuel Dorado, portavoz de la asociación de vecinos de Batán. Además, piden que el nuevo túnel se prolongue hasta más allá de la carretera de Boadilla, "para que no haya gente afectada por el ruido y que quede fuera de la reforma".

La nueva propuesta, consensuada con el Ministerio de Vivienda y el Grupo Municipal Socialista, es una apuesta por el transporte público. Por ello, el nuevo plan incluye la construcción de un gran intercambiador en la parada de metro ya existente de Aviación Española. Además, junto a la estación, se hará un aparcamiento disuasorio con capacidad para unos 2.000 vehículos que costará unos 32 millones de euros. El primero de los que anunció Gallardón en campaña. De este modo, los conductores que tengan que llegar a la ciudad en coche podrán dejarlo a la altura de la M-40 y coger el autobús o el metro para que no se colapsen los accesos.

Con esta operación, por una vez, se han puesto de acuerdo PP y PSOE. "Estamos muy satisfechos con el desbloqueo de la operación. Ha sido un ejemplo de colaboración entre administraciones y de construcción de vivienda pública", señaló el portavoz municipal socialista David Lucas. El suelo es propiedad del Ministerio de Defensa, pero ejecutará la Operación Vivienda a través de la Entidad Pública Empresarial de Suelo (SEPES), que dirige Félix Arias. Un proyecto que se diferenciará del resto de nuevos desarrollos porque se conservarán muchos elementos del paisaje existente, tanto algunos de los edificios como los pinares adyacentes a la zona de los cuarteles.

Recurso contra el nuevo barrio de Alcorcón

Uno de los problemas que presenta esta gran operación es el desarrollo colindante que se construirá en Alcorcón. El municipio madrileño ha proyectado un nuevo barrio con unas 30.000 viviendas. Y eso, básicamente, para Madrid se traduce en miles de coches que entrarán y saldrán a diario por la Castellana del Sur y que se meterán en el nuevo túnel.

Precisamente, el Ayuntamiento de la capital logró el compromiso de dicho municipio y de la Comunidad de Madrid de que se presentaría un informe de movilidad complementario para analizar cómo afectaría ese tráfico a las nuevas infraestructuras. Pero, aseguran fuentes de la Concejalía de Urbanismo, ese informe no lo han visto. Tampoco hay en ese desarrollo ningún dinero presupuestado para solucionar los problemas de tráfico. Por ello, han presentado un recurso contencioso administrativo en el TSJM contra la aprobación del desarrollo. Los vecinos de Aluche han hecho lo propio mediante alegaciones.

El alcalde de Alcorcón (PSOE), Enrique Cascallana, discrepa "radicalmente". "Sí hay un informe de Movilidad. El proyecto está consensuado y viene de un protocolo de 2006. No entiendo de dónde viene esto, más allá de los problemas que el Ayuntamiento tenga con la Comunidad. Tenemos más de 20.000 jóvenes esperando una vivienda. Esto está más que discutido, hablado y aprobado por el Consejo de Gobierno de la Comunidad".

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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