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"Su único perdón es la cárcel"

El congoleño Miwa Buene pide que a su agresor, que será juzgado el martes por dejarle tetrapléjico, le condenen a 12 años en prisión

F. Javier Barroso

Miwa Buene, congoleño de 43 años, lleva casi tres años y medio postrado en una silla de ruedas. En este tiempo ha querido morirse, ha pensado que su vida no tenía sentido y ha sufrido múltiples operaciones. Toma una media de 14 pastillas al día. Su pesadilla no ha terminado, pero en los últimos días está más animado. Sabe que se acerca uno de los objetivos que se ha fijado en su vida. El próximo martes, la Sección 17ª de la Audiencia Provincial juzgará a su supuesto atacante, el ultra Roberto Alonso de la Varga, de 32 años y vecino de Alcalá de Henares. Este se enfrenta a 12 años de cárcel por haberle dejado tetrapléjico. "El único perdón que le acepto es que vaya a la cárcel", resume muy gráficamente Buene.

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El ataque se produjo el 10 de febrero de 2007, cuando ambos se encontraron en un centro comercial de Alcalá de Henares, en la calle de Río Tajuña. "Él [Roberto Alonso] estaba bajando las escaleras. Se dirigió hacia mí y me pidió tabaco y un mechero. Le dije que no tenía", recuerda Buene. Casi no había terminado de responderle cuando Alonso empezó a insultarle: "Eres un puto negro y un hijo de puta por no tener un cigarrillo". El congoleño le respondió que él también lo era, ya que tampoco tenía nada para fumar, según recuerda la víctima. El vecino de Alcalá prorrumpió con más insultos: "Eres un mono y el único sitio en el que puedes estar es en el zoológico con tus compañeros". Terminó con un "¡Arriba España!". Buene no quiso seguir y se dio la vuelta dando la espalda a su atacante. Acto seguido, recibió un brutal golpe en la nuca que le tiró al suelo y le causó unas lesiones gravísimas.

Según el escrito del fiscal, sufrió la fractura de las vértebras cervicales de la 4 a la 6, lo que se tradujo en una tetraplejia inmediata y una gran invalidez, además de lesiones en la vejiga y el intestino neurógeno con incontinencia urinaria y fecal. Pasó 17 días en coma, luchando entre la vida y la muerte. Desde entonces requiere que alguien le ayude para todo. Tan solo puede moverse gracias a la silla de ruedas que maneja con la cara. Los forenses le han diagnosticado trastornos depresivos y psicóticos.

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"No le había visto ni le conocía de nada", recuerda Buene, mientras su mirada se concentra en el patio de la residencia en la que vive. "Lo estoy pasando muy mal. Llevo tres años y medio fuera de mi casa. Tengo dos hijos, de 12 y 15 años, y no puedo verlos más que algunos días por estar ingresado aquí. Y lo peor es que estaré así de por vida, porque me ha roto la médula espinal", dice con una voz baja, fruto del dolor que sufre.

"Lo he pasado muy mal. Han sido meses muy difíciles, pero ahora estoy más tranquilo porque cada vez falta menos para que se sepa lo que pasó aquel día y sea condenado. Lástima que no pueda estar toda la vida en la cárcel como yo lo estaré en esta silla de ruedas", afirma mientras coge la mano de su esposa Mireille. Ella es la que lleva la carga de la lesión de su marido. Se pasa junto a su marido todas las horas que le deja su trabajo como moza de almacén. Entre ratos, saca huecos para cuidar a sus hijos y llevar la casa. Ahora al menos vive más cerca del centro de Vallecas y tarda menos tiempo en los desplazamientos. "Lo que fue un suplicio fue estar en el hospital de parapléjicos de Toledo. Estaba muy lejos y costaba mucho llegar, pero teníamos que estar allí porque era cuando peor lo pasó mi marido. Quería morirse", recuerda Mireille. En su gesto, el dolor, agravado por una reciente operación a la que ha sido sometido.

"Han sufrido mucho los dos y lo poco que hemos conseguido ha sido con mucho trabajo y poco a poco", recuerda Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, que ejerce la acusación particular. También piden 12 años de cárcel para el acusado."Otro de mis objetivos es que no se vuelva a repetir algo así, que los xenófobos no vuelvan a atacar a nadie. Ojalá sea un símbolo para demostrar a la gente que no podemos seguir así, con ataques a extranjeros porque tenemos un color de piel diferente", relata Buene. Este congoleño lleva nueve años y medio en España. Antes del ataque, trabajaba de intérprete de la Comisión Española de Inmigración. Habla cuatro idiomas (francés, español, inglés y suajili).

El fiscal y la acusación particular piden que a Alonso le sea aplicado la agravante de racismo. En el caso del Movimiento, también solicitan las de alevosía y abuso de autoridad, al haber golpeado a Buene por la espalda. "Lo que está claro es que la agresión se produjo porque se trata de una persona negra y eso tiene mayor castigo en el Código Penal", afirma Esteban Ibarra. También le piden 400.000 euros como responsabilidad civil. Por el contrario, la defensa de Alonso pide la libre absolución porque en su opinión no ha quedado acreditado que exista delito.

Alonso está en prisión desde el 13 de noviembre de 2007, justo nueve meses después de la agresión. El Juzgado número 6 de Alcalá de Henares solo abrió diligencias e impuso al imputado la obligación de presentarse cada 15 días a firmar. Ni siquiera informó al fiscal hasta pasados siete meses y eso, tras la denuncia del Movimiento contra la Intolerancia. "Desde luego, la justicia actuó mal al principio", critica Buene.

El acusado, con un antecedente por atentado contra la autoridad y otro por robo con fuerza, se caracteriza por su gran corpulencia, su pelo rapado y sus pronunciadas patillas. El martes se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial.

Miwa Buene Monake, en una residencia para lesionados de médula en el distrito de Puente de Vallecas.
Miwa Buene Monake, en una residencia para lesionados de médula en el distrito de Puente de Vallecas.CARLOS ROSILLO

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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