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Reportaje:

Con ustedes, Anton van Dyck

La Real Academia de San Fernando muestra obras inéditas del gran pintor flamenco reunidas en España

Madrid puede contemplar, hasta el 26 de junio, algunas de las mejores y principales obras inéditas de Anton van Dyck, artista flamenco culmen de la pintura universal. Las obras expuestas incluyen óleos, dibujos, grabados y estampas, así como libros sobre la obra y la vida del genial discípulo de Pedro Pablo Rubens.

Anton van Dyck había nacido en Amberes en 1599. Cooptado por la Corona española en Flandes, a punto estuvo de venir a la Corte de Madrid, mas llegaría a ser pintor de Cámara de Carlos I de Inglaterra hasta el regicidio del monarca que, en su juventud, fuera conocido como el Príncipe gorrón tras visitar Madrid para cortejar, sin éxito, a una hermana de Felipe IV.

El contenido de la muestra madrileña ha sido acopiado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con patrocinio de Caja Murcia, ciudad de donde procede la exposición. Ésta ha sido comisariada aquí por el académico José María Luzón, asesorado por el veterano conservador del Museo del Prado, Matías Díaz Padrón, uno de los principales expertos en arte flamenco a escala mundial. Díaz Padrón celebra como "muy feliz" el hecho de "haber reunido un florón de obras del propio Van Dyck existentes en España".

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Un lienzo con historia azarosa y final feliz

Las piezas tienen distinta procedencia, desde una colección particular que aporta el lienzo La Santa Cena, en que el flamenco evoca a Da Vinci en su celebérrimo fresco de la milanesa Santa Maria delle Grazie, hasta un San Sebastián, en insólito escorzo previo a su asaeteamiento, que presta el monasterio de El Escorial, que regenta Patrimonio Nacional. La misma institución ha cedido también de allí una espléndida Virgen y el Niño. De la biblioteca y de los archivos calcográficos de la propia Academia de San Fernando procede El Martirio de San Jorge, último boceto realizado por Van Dyck antes de su muerte en 1641, cuya figura central se inspira en otra de Bernini. Entre los lienzos que se exponen destaca por su singular elegancia Cristo y una mujer adúltera. Se trata de uno de esos tesoros semisecretos que Madrid esconde en alguno de sus más pintorescos rincones: el Hospital de la Venerable Orden Tercera franciscana. El cuadro, una de las telas más conmovedoras de Van Dyck, ha permanecido durante tres siglos en la escalera principal del edificio madrileño, que se ve rematado por una rural espadaña, casi paredaña de la basílica de San Francisco el Grande. A tan vetusta y aún activa asociación de seglares se asegura que pertenecieron literatos como Miguel de Cervantes o, ya en el siglo XIX, la escritora naturalista Emilia Pardo Bazán. Las pinturas de trasunto piadoso de Van Dyck revelan su ascendiente iconográfico sobre el arte posterior a la Contrarreforma, en fechas en que las guerras de religión seguían asolando los doloridos campos de Europa.

Ecos de Van Dyck. Martes a sábado, de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00. Domingo, horario matutino. 3 euros.

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Medallón con retrato grabado de Anton van Dyck.
Medallón con retrato grabado de Anton van Dyck.
<i>La Virgen y los pecadores arrepentidos</i>.
La Virgen y los pecadores arrepentidos.R. A. B. A. S. F.

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