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Un vecino de Alcobendas mata de un tiro en el pecho a un amigo

El supuesto homicida jugaba con un revólver propiedad de su padre

F. Javier Barroso

La noche de juerga y diversión terminó en tragedia en un chalé de una urbanización de lujo de Alcobendas (105.950 habitantes). Un vecino de esta localidad, José María L., de 23 años, mató en la madrugada de ayer a un amigo suyo, Jorge F. R., también de 23 años. Ambos estaban jugando con un revólver del padre del primero, cuando apretó el gatillo, sin percatarse de que el arma estaba cargada. El balazo le alcanzó el pecho, según fuentes policiales.

Los dos amigos habían estado de juerga por la localidad y decidieron terminar la diversión en el chalé propiedad de la familia de José María, en la calle de la Salvia, en la urbanización de Soto de la Moraleja, muy próxima a la autovía de Burgos (A-1), según la policía. Ambos continuaron bebiendo hasta las cuatro de la madrugada. En ese momento, al hijo del dueño de la vivienda, José María, se le ocurrió sacar un revólver que tenía escondido el padre. Se trata de un modelo de hace unos 100 años, que carece incluso de número de modelo y de serie y que tiene el tambor basculante, según fuentes policiales.

Los dos amigos se pusieron a jugar en el salón de la vivienda, sin comprobar primero que el revólver estaba cargado. El Reglamento de Armas establece que las pistolas y revólveres considerados históricos deben ser inutilizados o, en caso contrario, guardados en armeros blindados especialmente diseñados o en cajas fuertes de alta protección, incluso contra incendios.

José María apuntó en un momento dado a su amigo. Ambos estaban enfrente uno de otro, cuando levantó el arma y se la acercó directamente al pecho. Entre bromas y risas, apretó el gatillo casi con el cañón tocando a su amigo. El arma se disparó. El balazo le entró directamente a Jorge en el pecho y le seccionó el corazón, lo que le produjo la muerte en el acto. El hijo del dueño de la vivienda entró en una crisis de nervios, al ver a su amigo tendido en el suelo del salón y que no paraba de sangrar. Cogió el teléfono y llamó a los servicios de urgencias. Al operador le dijo que se había producido un accidente y que había herido a su amigo. Eran las 4.20.

Los primeros en llegar fueron dos agentes de la Policía Local de Alcobendas. Éstos ya se percataron de que Jorge había muerto. Los facultativos de una UVI móvil del Summa certificaron el fallecimiento de Jorge. El amigo tuvo que ser atendido del ataque de nervios que sufría.

La juez de guardia de Alcobendas ordenó de inmediato que se abrieran diligencias previas, por si se tratara de un robo. El joven fallecido vivía en el centro de la localidad, en una de las avenidas limítrofes con barrios del extrarradio. Esto hizo pensar a la magistrada que el fallecido pudo asaltar la vivienda. Pero el supuesto homicida se confesó culpable desde el primer momento. "En menudo marrón he metido a mi familia", llegó a comentar a los agentes que estaban junto a él, visiblemente afectado por lo que acababa de ocurrir.

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El detenido, que carecía de antecedentes policiales, afirmó que ambos se conocían desde hacía tiempo y que decidieron terminar la juerga en casa, a la vista de que estaban solos. También explicó que sabía desde hacía tiempo dónde guardaba su padre el revólver, según fuentes del caso.

El detenido fue trasladado a la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Alcobendas, donde anoche estaba pendiente de pasar hoy a disposición judicial, tras prestar declaración. Fuentes policiales explicaron que José María podría ser acusado de un delito de imprudencia temeraria grave con resultado de muerte. Este hecho está penalizado con una condena de uno a cuatro años de cárcel, según el artículo 142 del Código Penal.

El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, en la Ciudad Universitaria, donde está pendiente de que se le realice la autopsia hoy por la mañana. Ayer por la tarde, fue pasado por rayos X para ver dónde quedó alojada la bala.

El cuerpo de Jorge será trasladado hoy por la tarde al cementerio tanatorio de La Paz, en Alcobendas, donde será velado por sus familiares y amigos. El entierro está previsto que sea mañana, a las 11.30.

Los inspectores del Grupo X de Homicidios se han hecho cargo de las investigaciones. El revólver fue decomisado y remitido a los laboratorios de balística de la Brigada Provincial de Policía Científica, donde será analizado. Los agentes también investigaban ayer por la tarde si el dueño del chalé tenía licencia en vigor para el arma intervenida. El padre es cazador.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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