El violador de una niña pide perdón y afirma que es un peligro público
Rara vez un imputado de violación reconoce el delito. Ayer, en la Audiencia Provincial de Madrid, el acusado de violar en agosto de 2004 a una menor en Miraflores de la Sierra no sólo admitió ser el autor de la agresión, sino que pidió perdón por ello y, además, instó al tribunal a que no le deje salir de prisión porque, explicó, "soy un peligro público". Jesús Agustín Hernández, para quien el fiscal solicita ahora 15 años y dos meses de cárcel por violación y lesiones a esta menor, es reincidente. En 1991 fue condenado por la Audiencia de Las Palmas de Gran Canaria a 19 años de cárcel por raptar a una menor para violarla y a otros 27 años de prisión por matarla después.
El acusado aseguró ayer que no recordaba la agresión. "Si ella me acusa, tiene que ser verdad, porque es una niña y los niños no mienten", aclaró. El procesado se lamentó de no estar preso, lo que habría evitado la violación de la niña de Miraflores. "Yo no quería salir en libertad porque cuando salía", dijo, "mi vida se volvía caótica: llegaba tarde, borracho, dormía en parques o barrancos...". Hernández Renes añadió que "poco fue" lo que le pasó a la niña, "porque tal y como me pongo cuando bebo, soy un peligro público". Entre llantos, añadió, no obstante, que el alcohol no le excusa y que quiere que le juzguen por lo que hizo.
La golpeó por resistirse
El fiscal pide que se le aplique la atenuante de reincidencia y describe así los hechos: eran las dos del mediodía cuando la menor, de 12 años, fue abordada por el acusado a punta de cuchillo, de 26 centímetros de hoja. La obligó, según el fiscal, a subir a su casa, agarrándola del brazo y diciéndole que si se negaba "la mataba". Ya en la casa, cometió con la menor todo tipo de fechorías sexuales y la golpeó cuando ésta se resistió. Según el fiscal, la menor presenta "un estrés postraumático crónico grave".
El fiscal solicita para el acusado 15 años de prisión, una multa de 720 euros por una falta de lesiones y 60.000 euros de indemnización. La acusación particular pide 24 años de cárcel.
