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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La España cainita

Agustín Gómez Arcos (1993-1998) fue un autoexilado de la última hora, de 1967, cuando los optimistas sitúan la apertura del franquismo. Había venido a Madrid en los años cincuenta para abrirse camino como dramaturgo y actor. Empezó a escribir en español. Harto de la censura, se fue a vivir a París, donde trabajó en lo que pudo hasta que un editor confió en él y en un proyecto de novela donde el tema del incesto se mezcla con la honda y terrible España de la posguerra. Así surge, en 1975, El cordero carnívoro que lo convirtió en un autor de éxito en francés, abriendo una carrera brillante y heterodoxa. Gómez Arcos es otra víctima de nuestra guerra y posguerra inciviles, de la crueldad de los vencedores, del horrible cainismo hispano. Y aunque se publicara en francés en 1983 (es su quinta novela) El niño pan es la novela -de fondo autobiográfico- que abre su ya escrita saga sobre la posguerra española, y la clave cierta de su amor y su odio al país que lo vio nacer. Lírica sin dejar de ser narrativa, con distancia de observador, sin perder la fuerza del implicado, El niño pan relata la historia de una familia de la Almería rural (el pueblo podría ser Enix, el suyo) en el primer año de la posguerra. Una familia de "rojos" que conoce miseria y humillaciones, pero que resiste. Todo ello visto por un niño que mira cómo el pan de harina que amasa su madre es para los vencedores, mientras que él tiene que contentarse con el basto pan de salvado. "Comida para animales, pero no eran animales quienes la comían". La novela, dura pero más refinada que naturalista, cuenta la raíz del daño, se llame odio, negrura o grisura de una España que maltrata a una parte de sí propia. Historia de una familia y de un pueblo, y de su supervivencia en un medio hostil, es a mi entender (y subrayo que se editó en 1983) una de las más logradas novelas sobre nuestra posguerra y las inevitables secuelas que tanta dureza e injusticia tenían que dejar. Muy a considerar la buena labor de la traductora que ha vertido el francés original a la lengua en la que ocurre la acción y que ha tenido en cuenta los términos rústicos propios de Almería.

EL NIÑO PAN

Agustín Gómez Arcos

Traducción de Carmen Molina

Cabaret Voltaire

Barcelona, 2007

440 páginas. 17, 95 euros

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