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LIBROS

Héroes juveniles contemporáneos

Lyra Belacqua. 11 años. Huérfana. Vive en el Jordan College de Oxford, donde recibe las visitas de su tío, lord Asriel, un científico aventurero empeñado en resolver el misterio del Polvo, que contiene la sabiduría del mundo y que persiguen también los miembros del Magisterio, una tenebrosa organización dispuesta a conquistar el mundo. Lyra Belacqua es la protagonista de la trilogía La materia oscura, escrita y publicada en 1997 por el profesor inglés Philip Pullman. Una brillante y ambiciosa historia que nació rodeada de polémica por el supuesto ataque a la Iglesia que algunos vieron en ella -el autor insiste en que no está contra la religión, sino contra todo tipo de dogmas- y por la complejidad de un argumento denso, lleno de referentes científicos y filosóficos, poco asequibles para los lectores más jóvenes que, en la misma época, ya leían apasionadamente a Harry Potter. Obra-fetiche en algunos círculos adultos, y defendida como la alternativa "culta" a la saga de Rowling, nunca alcanzó la popularidad de Potter, aunque ahora, apoyada en el estreno cinematográfico de La brújula dorada, superproducción basada en el primer libro de la serie, vuelve a la actualidad.

Artemis Fowl, el cínico. 12 años. Superdotado. Experto en nuevas tecnologías. Rico, caprichoso y sin escrúpulos, Artemis Fowl no duda en cometer actos criminales para conseguir sus propósitos. Su primera incursión en el mundo del crimen -un fabuloso plan para robar el oro de los duendes que le permita aumentar la fortuna familiar- le obligará a enfrentarse a un poderoso mundo subterráneo de hadas, duendes y elfos que, para sorpresa de Artemis y también de sus lectores, poco tiene que ver con el mundo maravilloso de los cuentos. Guerreras, bien organizadas y expertas también en tecnología, las criaturas mágicas no están dispuestas a que un joven "mequetrefe" humano invada y saquee su mundo. Así que la batalla será cruenta. Pero Artemis es un "chico malo" lleno de recursos (en algunos momentos sus hazañas tienen el aire de un joven y cínico James Bond), que no se rinde fácilmente.

Tobi Lolness, el ecologista diminuto.

El que tampoco se rinde es Tobi Lolness, el hijo adolescente de un científico perseguido por sus ideas ecologistas. Miembro de una comunidad de "humanos" diminutos que viven en un árbol, Tobi tendrá que defender a su familia de quienes tratan de robar el importante descubrimiento de su padre: un nuevo recurso energético que mejoraría la vida en el árbol o que podría destruirlo.

Eragon y la dragona Saphira. Con 15 años, campesino y pobre. El joven Eragon encuentra una piedra preciosa en el bosque donde ha ido a cazar. Piensa que, si la vende, podrá aliviar el hambre y la necesidad de su familia. Pero no consigue venderla y a los pocos días la piedra se rompe y sale de ella una cría de dragón hembra. Eragon decide quedársela, aunque eso está prohibido en el reino, Alagaësia, donde antes reinaba la paz, gracias a los Jinetes protectores y sus inteligentes dragones, y ahora reina el tirano Galbatorix. Jinetes, dragones y elfos han desaparecido y la amenaza de guerra se cierne sobre el país. Eragon y su dragona, a la que ha puesto de nombre Saphira, y con la que puede comunicarse, serán los elegidos para devolver la paz a Alagaësia.

Ishtar, reina de los zitis. El mismo objetivo pero en el planeta Ki, situado en un misterioso universo paralelo a la Tierra, tendrá que conseguir Ishtar, una niña de 11 años que está destinada a heredar de su abuela el legendario reino de los zitis, una de las seis razas que conviven, en perpetuo enfrentamiento, en el planeta Ki. Valiente y atrevida, Ishtar se someterá a un intenso aprendizaje que le dará acceso a extraordinarios poderes y al trono de los zitis.

Victoria, Jack y Kirtash, de Idhún / Bella y Edward, el vampiro / Anaïd, la bruja. Un triángulo amoroso y una pareja arrebatada de amor, al más puro estilo romántico, son el potente motor -más aún que el componente fantástico- de las dos trilogías fantásticas más populares en España, después de Harry Potter. El conflicto amoroso entre Victoria, Jack y Kirtash, los adolescentes protagonistas de las fabulosas Memorias de Idhún, de la valenciana Laura Gallego, y el amor imposible de la joven Bella y el vampiro Edward, en la inquietante trilogía de la norteamericana Stephenie Meyer -el último título de la serie, Eclipse, consiguió adelantar en las listas de ventas a Harry Potter el verano pasado- son, en ambos casos, el principal elemento de tensión de unos relatos que aportan una nueva perspectiva al género, de indudable atractivo para los jóvenes lectores, desmarcándose así del fantasy al uso.

La guerra entre los sexos aparece también en otra trilogía española de éxito, La guerra de las brujas, de Maite Carranza, en la que, en un microcosmos femenino, en el que no hay lugar para los hombres y en el que viven enfrentadas las brujas Omar con las Odish, la joven Anaïd rompe, por amor, las reglas del matriarcado, y pone en peligro su misión como elegida.

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