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Crítica:LIBROS | Cómic
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Spiegelman rompe con todo

Cómic. Como en un juego de palabras encadenadas, decir Art Spiegelman supone automáticamente responder "Maus". Pocas veces un autor y su obra se identifican de una forma tan indisoluble, llegando a eclipsarse mutuamente hasta el punto que parece que Spiegelman nace y muere con su obra sobre el Holocausto. Una afirmación falsa, pero que resulta difícil de rebatir ante la escasa producción historietística de este autor, dispersa en decenas de publicaciones. Afortunadamente, treinta años después de su primera publicación, se recupera Breakdowns, un volumen que recoge las historias cortas que el autor realizara durante la década de los setenta y que nos permitirá descubrir el camino que siguió el autor hasta llegar a su obra más famosa. Una senda compleja, que recorrió todo tipo de experimentación formal en una reivindicación constante de nuevos recursos narrativos para la historieta.

Breakdowns

Art Spiegelman

Traducción de Ignacio Gómez Calvo

Mondadori. Barcelona, 2009

80 páginas. 21,90 euros

Spiegelman partió de su formación artística para ir explorando las relaciones entre diferentes artes a partir de la incorporación de préstamos estilísticos y narrativos. Con el atrevimiento y osadía de la juventud, lleva a la historieta el cubismo picassiano mientras lo enfrenta paródicamente a Mr. Potato, incorpora los elementos de los grabados secuenciales de Masserel y Ward o se apropia tanto de las experiencias de sus compañeros del underground de los sesenta como de los pioneros de la historieta de inicios del siglo XX.

Rompe la viñeta, el ritmo, la composición de página y hasta la propia paginación, en una actitud de rebeldía constante ante lo supuestamente establecido. Rupturas hasta el infinito que el propio autor matizará en una introducción especialmente realizada para esta nueva edición, en la que explica su pasión por la historieta y cómo llegó a transformarla en profesión, pero adoptando una postura de sanísima ironía e incluso cierto relativismo, que se unirán para formar un vitriólico ataque contra las bases del arte y la creación. Rompiendo hasta el final.

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