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Entrevista:Mario Bellatin | FERIA DEL LIBRO DE MADRID

"Cada libro mío tiene un yo fantasmagórico"

El inquietante universo de ficción que viene creando el escritor Mario Bellatin se expande con cada uno de sus libros. El Gran Vidrio (Anagrama), se explica en la contraportada -aunque luego no aparezca referencia alguna a él en el libro-, "es una fiesta que se realiza anualmente en las ruinas de los edificios destruidos de México, donde viven cientos de familias organizadas en brigadas que impiden su desalojo".

PREGUNTA. ¿Qué ha pretendido con ese título de reminiscencias duchampianas y por qué en ninguna de las tres historias se hace referencia a él?

RESPUESTA. La referencia tiene que ver con la forma de cómo fueron hechos los textos. Traídos desde la oscuridad más absoluta, representada en una serie de imágenes veladas, para lograr una exposición plena de sentidos que pienso se empequeñecerían al ser tratados de manera tradicional. El ejercicio fue un símil de cómo los habitantes diluidos en las ruinas de los edificios reaparecen con toda la fuerza de su realidad en la celebración del Gran Vidrio.

P. ¿Le interesa hacer una "traducción libre" de la actitud de Duchamp hacia el arte llevándolo a la literatura?

R. No. Mi actividad no puede entenderse como una traducción. Siento que al hacer una reflexión contemporánea de lo literario surgen, de manera hasta cierto punto espontánea, propuestas que pueden alterar la rigidez con que muchas veces se asume la escritura.

P. ¿Qué influencia tienen en esta forma de trabajar las técnicas que pone en práctica en su Escuela Dinámica de Escritores?

R. La Escuela Dinámica de Escritores es definitivamente una acción artística. Una obra en sí misma, en permanente construcción, donde nadie puede reclamar para sí mismo autoría absoluta, porque se reconoce que el campo que se construye es mucho mayor que los resultados inmediatos y aparentes.

P. Su escritura es sucinta, exacta, parca y, a la vez, tremendamente explosiva en imágenes, situaciones y personajes. ¿Cómo construye?

R. No podría decir que trabajo de una sola manera. Con cada libro hallo nuevas formas de construir y de relacionarme con el texto. De hecho, de cada una de estas experiencias existe no sólo el libro que ha sido publicado, sino otro que yo llamo fantasmagórico. Es decir, una obra alterna a la editada que, bajo el mismo nombre, contiene la versión privada de los hechos.

P. Antonin Artaud escribía que en su Teatro de la Crueldad las frases deberían tener sólo la importancia que tienen en los sueños. Sus libros parecen extraídos de una realidad onírica. ¿Qué papel juegan los sueños en su literatura?

R. Buena parte del libro El Gran Vidrio fue constituida a partir de una serie de imágenes oníricas. Pertenezco a una comunidad sufí cuya característica más destacada es que se guía por los sueños de sus integrantes.

P. Sus historias se desarrollan en una especie de extraña realidad paralela. ¿No le asusta el mundo que ha creado?

R. Creo que se trata de un mundo real y contemporáneo. Que no me pertenece en exclusiva. Lo que quizá despierte cierta extrañeza es que los elementos literarios no aparecen de forma convencional.

El Gran Vidrio. Mario Bellatin. Anagrama. Barcelona, 2007 167 páginas. 16 euros.

El escritor Mario Bellatin (México, 1960).
El escritor Mario Bellatin (México, 1960).

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