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ARTE

Ars Electronica se enfrenta al 'copyright'

La 29ª edición del festival acoge exposiciones, conferencias y actuaciones sobre la economía cultural basada en el conocimiento compartido - Linz traslada al ámbito legal y económico las prácticas de internautas y artistas

"La era del copyright ha llegado a su fecha de expiración. Lo que está en juego es el valor de la propiedad intelectual, la libertad de información y el desarrollo de una sociedad basada en el conocimiento abierto, que intenta construir una nueva economía a partir de la creatividad y la innovación".

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Lo afirma Joichi Ito, presidente de Creative Commons y comisario del gran simposio inaugural de la 29ª edición del festival Ars Electronica que se celebra en Linz (Austria), desde hoy hasta el martes. Tal y como indican su título Una nueva economía cultural, los limites de la propiedad intelectual y la animación promocional donde la familiar ©, símbolo del copyright, se convierte en un monstruito fagocitador, el festival se propone trasladar al ámbito legal y macroeconómico, conceptos y prácticas habituales entre los internautas y los artistas digitales.

"A pesar de las pérdidas millonarias de la industria musical y cinematográfica, las grandes grupos de presión siguen rechazando todo impulso constructivo hacia la configuración de una nueva economía cultural, en su desesperado intento de conservar los mecanismos proteccionistas", añade Ito, cuyo propósito ha sido reunir artistas, teóricos e investigadores de los nuevos medios con abogados, empresarios, inversores y políticos.

Un conjunto de exposiciones y eventos se encargan de amplificar el marco conceptual del festival, materializándolo en instalaciones espectaculares que, siguiendo la línea estrenada el año pasado, rebasan el límite de los espacios expositivos convencionales para extenderse en la ciudad y sus alrededores.

El tema de la movilidad, la descentralización y la relación entre espacio público y privado, centra dos de las propuestas principales: la exposición Art on the Move, comisariada por los artistas Christa Sommerer, Laurent Mignonneau y Dietmar Offenhuber, pioneros de las aplicaciones creativas de la interacción a través de Internet, y Take Away (data to go), un conjunto de instalaciones que establecen nexos entre lo analógico y lo digital.

Es el caso de Hybrid Playground de los valencianos Clara Boj y Diego Díaz, un proyecto que permite transformar los parques de juegos infantiles en escenarios interactivos, mediante un sistema de sensores que se aplican temporalmente a columpios, balancines y toboganes, convirtiéndolos en interfaces audiovisuales.

Hybrid Playground es la única producción española seleccionada para una de las exhibiciones de Ars Electronica, excluyendo naturalmente las obras galardonadas en los Ars Electronica Prix que, como es habitual, se expondrán en el OK Centrum: Reactable, el instrumento musical colaborativo creado por Sergi Jordà, ganador en la sección de Música Digital y Augmented Sculpture Series de Pablo Valbuena, que después de haber sido el único invitado español del festival 2007, este año ha obtenido una mención de honor en la categoría de arte híbrido. Por lo demás la presencia nacional se reduce a las presentaciones de los proyectos Banco Común del Conocimiento de Platoniq y Art Tech Media de Montse Arbelo & Joseba Franco, que tendrán lugar en el Ars Foyer, una nueva sección cajón de sastre, resultado de la unión de las finadas Open X y Electrolobby.

Proyector de pensamientos

Entre los proyectos que reflejan las vinculaciones entre la creación artística y las empresas tecnológicas, destaca Thought Projector, un proyector de pensamientos, basado en una herramienta utópica concebida por Nikola Tesla (1856-1943), "un genio olvidado de la ciencia de la electricidad".

Creado por el colectivo Alien Productions y la compañía de óptica Zeiss, el proyector de pensamientos se compone de una cámara para oftalmólogos modificada, que capta las imágenes de la retina de los visitantes y las proyecta en las paredes de la sala de exposiciones en tiempo real.

Fascinantes e interactivas también son las obras de arte híbrido, reunidas por la Universidad de Tokio (Japón) en la muestra Hybrid Ego, como Feelings of daily details, una mesa de hormigón y fibra óptica de la que los visitantes pueden sorprendentemente extraer sonidos y Tablescape Plus, un vídeo teatro interactivo en miniatura, formado por pantallas diminutas, cuyas imágenes cambian según la posición en que las coloca el visitante.

ARS ELECTRONICA: www.aec.at

<i>Thought Projector,</i> del colectivo Alien Productions.
Thought Projector, del colectivo Alien Productions.

Al festival, en bañador

A pesar de que Linz está entre valles y colinas, este año los visitantes de Ars Electronica no deben olvidar el bañador: lanzarse al agua y nadar es la única forma de disfrutar de una de las propuestas más sobrecogedoras del festival. Episureo - zusammenfließen, de Sebastian Neitsch y Stefan Schwabe, es una instalación interactiva que convierte la piscina de Holmes Place en un mundo acuático fantasmagórico, sugerente y relajante.

Las imágenes abstractas y multicolores, que se proyectan en el techo del pabellón, reaccionan a los movimientos de los nadadores, así como las extrañas melodías difundidas por los amplificadores subacuáticos. Tanto las imágenes como los sonidos se modifican en relación al número de nadadores, su velocidad en el agua y la distancia entre ellos. El resultado se visualiza en gráficos minimalistas que trazan los recorridos de los movimientos acuáticos y el ir y venir de los bañistas.

La pieza forma parte de la exposición Art on the move con otras 13 obras interactivas, entre las que se encuentran un balancín para experimentar el peso de la información digital (/balance), un videojuego que permite ver la violencia oculta de la era tecnológica (Fishy) o un tocado de plumas cinético que reacciona a las ondas de radio (Taiknam Hat).

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