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Entrevista:NUEVO SIGLO

"Muchos indios rezan por mí para que gane"

Leontxo García

Sus triunfos interrumpen la programación de las televisiones de India: "Es el ídolo que necesita nuestro país", dicen los periodistas deportivos. Pero él vive muy a gusto en la tranquilidad de la sierra madrileña. Dotado de una rapidez de reflejos espeluznante, Viswanathan Anand, de 29 años, es el número dos del ajedrez mundial."Si pienso, juego mal". Anand explicó así hace años por qué sus rivales no tenían tiempo ni para ir al servicio durante las partidas. Ahora es más reflexivo y no presume de sus portentosas facultades: "Mi potencia mental me importa un bledo", comentó cuando alguien le demostró que tiene muy desarrollado el hemisferio cerebral derecho, que rige la intuición. Es vegetariano, pero no tan estricto como antes de residir en España. En una eventual reencarnación, "volvería a ser ajedrecista".

Pregunta. ¿Los genios nacen o se hacen?

Respuesta. Muchos sostienen que la genialidad es un 99% de transpiración y un 1% de inspiración. Otros piensan que los genios ya lo son cuando nacen. Quizá sea una mezcla: necesitas poseer una aptitud natural y estimularla con un trabajo muy duro. Recuerdo que cuando era niño tenía que esforzarme mucho en ganar partidas rápidas en un club de Madrás porque, si perdía, debía ponerme en una larga lista de espera para volver a jugar. Creo que así me gané el alias de Speedy González.

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P. Ahora es un ídolo de un país con 900 millones de habitantes.

R. Eso tiene más ventajas que inconvenientes. Cada vez que voy a India, mucha gente se acerca y me dice que reza por mí para que gane el próximo torneo. A veces son niños pequeños, y otras, ancianos. En esos momentos me siento feliz y muy querido. Siento que esas reacciones me inspiran y me reafirman en el amor al ajedrez.

P. Sin embargo, el ajedrez, como profesión, tiene facetas muy duras.

R. Lo mejor es que eres tu propio jefe y que eliges tu tipo de vida. Lo malo son los viajes constantes y las estancias largas en hoteles. Y lo peor es la tremenda tensión de los torneos, sobre todo cuando se duplica por las derrotas. A veces tardo una semana en volver a ser una persona normal tras un torneo.

P. Los ajedrecistas de élite tienen opiniones diversas sobre si juegan mejor cuando viajan acompañados de su pareja.

R. Si la otra persona se adapta bien a tu peculiar estado de ánimo durante la alta competición, es beneficioso. Yo he viajado con mi esposa durante los últimos tres años, y me ha ido bien. Resulta muy agradable saber que entre el público hay alguien que te desea lo mejor y que tienes con quién hablar de cosas distintas al ajedrez.

P. ¿Ha sentido algún tipo de discriminación en España por ser extranjero?

R. Nunca. Como máximo, he visto que las costumbres indias les parecen muy divertidas a los españoles. India y España son muy similares y muy diferentes al mismo tiempo. Lo que más me gusta es el carácter de los ciudadanos, parecido al de los indios: afectuosos, cálidos y amantes de la conversación. Además, los dos países tienen una tradición cultural muy rica.

P. Muchos piensan que su talento es igual o superior al de Kaspárov. Pero él sigue siendo el número uno indiscutible.

R. Lleva en la cumbre mucho más tiempo que yo, lo que le ha permitido dosificar sus actuaciones para rendir siempre a tope y mantenerse en el primer puesto.

P. Ahora se prepara intensamente para desbancarle en otoño. ¿Cómo es su vida cuando está concentrado?

R. No soy partidario de horarios inamovibles cuando trabajo con mi entrenador porque a veces, si te sientes especialmente bien ese día, logras el mismo resultado trabajando menos horas. También hay días en los que nos apasionamos tanto analizando una posición que se hace de noche y seguimos con ella. Los elementos fijos son una hora de ejercicio físico, dieta equilibrada y largos paseos. Y, para desconectar, algo de televisión, música y lectura.

P. ¿Por qué la preparación física es importante para el ajedrez de alto nivel?

R. Como término medio, tienes que soportar una tensión enorme durante cuatro o cinco horas en cada partida, y los torneos suelen durar dos semanas. Si hablamos de un Campeonato del Mundo, pasamos a un mes. Eso requiere muchísima energía. Y es imposible tener la mente fresca si careces de fuerza física. Casi todos los jugadores pierden varios kilos de peso en cada competición.

P. ¿Qué le falta al ajedrez para ser un deporte tan popular como lo son el golf o el tenis?

R. Profesionalidad y planificación. El circuito tendría que estar bien organizado, como en esos dos deportes, de modo que los jugadores sepamos las fechas con antelación y podamos planificar el entrenamiento y el descanso. El público sabría entonces cuándo se celebran los torneos. Y los patrocinadores podrían trabajar mejor para generar publicidad.

P. Usted ha dicho que el mejor ajedrecista dentro de cinco años no será un ser humano. ¿Corre peligro el ajedrez con la irrupción de las computadoras?

R. Si se usan bien, pueden atraer muy buena publicidad. Por otro lado, los programas informáticos se han convertido en herramientas imprescindibles para el entrenamiento. También hay líos políticos y parapsicólogos. No me extrañaría que pronto hubiese detectores de metales y controles antidopaje.

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Sobre la firma

Leontxo García
Periodista especializado en ajedrez, en EL PAÍS desde 1985. Ha dado conferencias (y formado a más de 30.000 maestros en ajedrez educativo) en 30 países. Autor de 'Ajedrez y ciencia, pasiones mezcladas'. Consejero de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para ajedrez educativo. Medalla al Mérito Deportivo del Gobierno de España (2011).

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