¿Atajos u obstáculos?

En su artículo de fecha 16 de agosto la magistrada María Sanahuja propone a las mujeres caminos y atajos hacia la igualdad que se resumen básicamente en: 1) que las mujeres se otorguen a sí mismas el permiso de ejercer de ciudadanas de primera; y 2) que se incorporen de forma plena a la vida pública, se autoricen a tener una mayor autonomía y dejen de considerarse el apéndice de nadie.

El discurso de la magistrada, argumentado también desde otras voces llamadas feministas, niega la discriminación de género. Pero, sobre todo, cierra los ojos ante las consecuencias de un sometimiento histórico de las mujeres al poder ejercido sobre ellas por una sociedad patriarcal. A la vez que muestra un total desconocimiento de los efectos que tiene la violencia física y psicológica en el funcionamiento del ser humano y sobre su capacidad de respuesta ante la agresión permanente.

Discursos como este confunden, ofenden y humillan nuevamente a las víctimas. No son atajos, sino sutiles y sofisticados obstáculos para la conquista de los derechos humanos de las mujeres.