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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Austeridad creativa

Los planes de ahorro que presenta el PP tienen más de electoralismo que de gestión responsable

La amplia victoria del Partido Popular en las elecciones autonómicas de mayo está dando lugar a un ejercicio que podría revelarse, no como un esfuerzo de contención del gasto, sino de simple austeridad creativa. Atendiendo a lo que dicen los flamantes presidentes autonómicos, parecería que las únicas comunidades endeudadas son las que hasta ahora había gobernado el Partido Socialista. Las que estaban en manos de los populares habrían permanecido inmunes a la mala gestión, pese a casos notorios que demuestran lo contrario, como Madrid y, especialmente, Valencia.

Se avecinan tiempos difíciles para todas las Administraciones públicas, no solo la central. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, los Ayuntamientos están teniendo que enfrentarse a la dura realidad: gastos corrientes se financiaron con ingresos extraordinarios vinculados a la construcción. Y las comunidades autónomas se han encontrado con que no pueden seguir recurriendo al endeudamiento sin poner en peligro el conjunto de la economía española.

La financiación de los niveles municipal y autonómico de la Administración ha llegado a convertirse en un problema estructural que los nuevos Gobiernos del PP están abordando desde la politiquería, no desde el sentido de la responsabilidad que requiere la situación. Cumplido el ritual de culpar a sus antecesores socialistas, anuncian recortes presupuestarios inspirados por la cercanía de las elecciones generales, no por la buena gestión de las instituciones que han comenzado a gobernar. Inflan las cifras de ahorro que representarán medidas de poco o ningún calado y también el resultado que prevén para las futuras privatizaciones de infraestructuras y servicios.

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La previsible victoria del PP en las elecciones de noviembre no tendrá, en sí misma, efectos taumatúrgicos sobre la economía española. Los primeros pasos de algunos de sus alcaldes y presidentes autonómicos obedecen a ese discurso, ignorando que la propia dirección nacional de los populares da signos de haber comprendido verazmente la magnitud de lo que se avecina. Por primera vez desde el comienzo de la crisis, Rajoy y los principales dirigentes del PP muestran una tímida conciencia de que llegar al Gobierno tal vez sea más fácil que acertar con las políticas correctas contra la crisis. La situación financiera de Comunidades y Ayuntamientos es hoy una de sus manifestaciones más agudas, y deberán darle una respuesta diferente de la que están ensayando sus nuevos responsables.

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