_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Avatares del 11-M

El tribunal que juzga los atentados del 11-M ha debido enfrentarse durante las últimas jornadas a dos hechos relevantes, uno sobrevenido y otro previsto en la lógica procesal. A principios de semana, 14 procesados iniciaban una huelga de hambre que, en el caso de Youssef Belhadj y de Rabei Osman el Sayed, se acompañaba del rechazo a ingerir líquidos. Los huelguistas señalaron que adoptaban esta decisión porque consideran injusta la causa que se sigue contra ellos. Sin embargo, seis de los procesados han vuelto a alimentarse durante las últimas horas y los dos que mantenían una huelga de sed han decidido abandonarla, aunque continúen con la de hambre. Sería deseable que todos los procesados reconsiderasen una decisión que, por lo demás, ha resultado ineficaz para lograr el objetivo de alterar la marcha del proceso.

El intento de establecer alguna relación entre esta huelga de hambre y la que llevó a cabo De Juana Chaos, como si los presuntos yihadistas se hubiesen inspirado en el comportamiento del etarra, es malicioso y carece de fundamento. Los procesados del 11-M sólo están intentando prolongar la vista oral de un juicio que partía de una sólida instrucción y que, hasta el momento, se ha desarrollado de manera impecable. Precisamente la firmeza del juez Gómez Bermúdez ha sido una de las causas decisivas para que algunos huelguistas abandonasen el ayuno. El propósito de echar un pulso a la justicia podría prolongarse, en particular por parte de los procesados considerados como cabecillas de la célula que atentó en Madrid. Pero se trata de un pulso en el que no han encontrado contrincante, puesto que el tribunal ha sabido recurrir a las garantías del Estado de derecho para preservar su posición de independencia e imparcialidad.

También esta semana, y cumpliendo con los plazos establecidos, los peritos han hecho llegar al juez el informe sobre los explosivos. Existen discrepancias entre las conclusiones de los expertos de la Policía y la Guardia Civil y las de los que actúan a instancia de parte. Las elucubraciones sensacionalistas acerca de la autoría de los atentados no disponen ya de otro refugio que el análisis de los explosivos, y harán cuanto esté a su alcance para seguir confundiendo. Habrá que esperar a que los autores del informe comparezcan ante el juez para que éste determine la solidez de los argumentos de unos y de otros, pero conviene hacer alguna precisión.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

La opinión de algunos expertos, en cuyos dictámenes se apoyan quienes sostienen el culebrón de la coautoría etarra, ha llegado al tribunal por el canal procesal adecuado, lo que demuestra que no existe ninguna "verdad oficial", una expresión con la que hasta ahora se han pretendido desacreditar algunas diligencias decisivas. Tan oficiales son en este momento las dudas que siembran los peritos a instancia de parte como las conclusiones que avanzan los expertos designados por el tribunal. Al tribunal le corresponde ahora decidir y al resto de los ciudadanos acatar. Incluidos quienes llevan tres años enrareciendo la vida pública con sus fantasías interesadas y sensacionalistas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_