Avería europea
Si algo ha demostrado hasta ahora la gestión de la crisis financiera en Europa es que el modelo institucional no funciona. Cuando todo estaba dispuesto para que la cumbre del domingo respondiera a los graves problemas bancarios y restableciera la confianza en las deudas soberanas, las diferencias entre Francia y Alemania acerca de la ampliación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) impedirán que en la reunión haya acuerdos concretos. Todo quedará diferido (otra vez) hasta comienzos de la próxima semana, en la segunda cumbre que, en claro desaire al presidente del Consejo, Herman van Rompuy, han convocado Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. La imagen de Europa es desastrosa y no tiene visos de mejorar.
Europa no tiene capacidad de gestión de la crisis porque carece de un poder único para afrontarla. En su lugar, opera una diarquía Alemania-Francia que maneja los tiempos, los mensajes y las decisiones correctoras en función del cálculo de cuál será el coste menor, en términos económicos y políticos, de cualquier decisión. El resultado es una contradicción permanente entre lo que se dice que se hará y lo que se hace (nada), disonancia que los inversores interpretan, con razón, como indecisión y se cobran en subidas espasmódicas de los diferenciales de deuda.
El ejemplo de la devaluada cumbre del domingo ilustra esta perversión. La cita debería concretar la recapitalización bancaria (sería deseable que con un método totalmente distinto del que implica una depreciación "porque sí" de la deuda española e italiana) y la ampliación del FEEF. Pero la demora hasta la cumbre de la diarquía emite el mensaje de que las diferencias entre Francia y Alemania son de fondo y así, con una táctica dilatoria tan vieja como el mundo, se demora el acuerdo que acabe de una vez con el caos financiero griego y el terrible problema de la deuda soberana. Eso sí, los electorados de Merkel y Sarkozy, una semana más, permanecerán tranquilos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Bolivia cierra el año con manifestaciones por el ajuste económico de Rodrigo Paz
Un hombre muere acuchillado en La Rioja en la tarde de Nochevieja
Cuando Guayaquil se vuelve gigante y la violencia da una tregua a la diversión
Moreno reivindica su gestión y la importancia de tener una “mayoría suficiente” en su último mensaje de Navidad de la legislatura
Lo más visto
- Jubilarse a los 66 años y 8 meses llega a su fin: la nueva edad de retiro de 2026
- Un petrolero perseguido por Estados Unidos en el Caribe pintó una bandera rusa en un intento de escape
- La Audiencia Nacional avala la decisión de Robles de retirar el nombre de Franco a una bandera de la Legión
- Beyoncé se convierte en la quinta cantante en ingresar en el club de los multimillonarios
- Guerra de precios de las balizas V16 en vísperas de su obligatoriedad




























































