Cáncer, negocio y mentira
Por segunda vez se publica que el edulcorante artificial más extendido del mundo, el aspartamo, provoca todo tipo de cánceres en ratas, incluso a dosis menores que las legales. Los autores del primer estudio avisaron a la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea, pero este timorato órgano sucumbió -cual doncella- ante la industria estadounidense, diciendo que las ratas ya estaban enfermas antes de iniciar el estudio. Suena a broma, pero fue así: si esos son los que deben protegernos, ¿cómo serán nuestros enemigos? El segundo informe no deja lugar a dudas: a dosis consideradas seguras en humanos, las ratas desarrollan cáncer, linfomas y leucemias, y lo peor es que casi no importaba la dosis.
Leamos las etiquetas, 6.000 alimentos y bebidas contienen aspartamo. Lo toma usted, yo y sus hijos. La Agencia Americana de Alimentos dice que vuelva usted mañana. Esperemos pacientemente, porque ellos mandan.