Cine español
No sé el número de películas que hacen falta sobre un mismo asunto para que las tales sean consideradas un género como las del "oeste" o las de "romanos"; pero dudo que sean tan pocas como las que el anónimo escritor-editorialista (por la posición geográfica del escrito dentro del periódico) juntó en su caletre para adjudicar, hace unos días, la categoría de género exangüe (hermoso calificativo) al de "película sobre la Guerra Civil vista a través de los ojos de un niño". Delirante. Aquel escrito, por otra parte, es perfectamente prescindible a estas alturas, ya que los lectores de EL PAÍS tienen que estar convencidos, por la insistencia de ustedes, de que las películas españolas son muy malas y los que las hacemos una mezcla de sinvergüenzas e imbéciles.
Eso sí, si preguntas cuál es la última película española que ha visto a cualquiera de los que en la calle repiten esas afirmaciones de ustedes dice siempre que ninguna, porque él no va a ver cine español por lo malo que es. Redonda la jugada. ¿Cuándo dejará este periódico de poner en las manos de glosadores romos, tristes y violentos, recocidos en sus propias babas, los asuntos del cine español.