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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Condición de imputado

Iñaki Urdangarin podrá dar su versión al juez sobre sus negocios al frente del Instituto Nóos

Iñaki Urdangarin declarará como imputado el próximo 6 de febrero en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca por los indicios delictivos que se ciernen sobre sus actividades empresariales al frente del Instituto Nóos, una fundación sin ánimo de lucro que presidió hasta su cese a mediados de 2006. Desde que trascendió que la Fiscalía Anticorrupción investigaba al marido de la infanta Cristina y yerno del Rey en una pieza derivada del caso Palma Arena, en el que está implicado, entre otros, el jefe del anterior Gobierno balear del Partido Popular, Jaume Matas, la demora en citarle a declarar se hacía cada vez más insostenible, por más que estuviera justificada por el secreto del sumario. Una vez que este se ha levantado no podía mantenerse un día más una situación que, aunque procesalmente correcta, no daba a Urdangarin opción de defenderse ante la justicia con argumentos más convincentes que hacer declaraciones de inocencia y salir al paso de la fuerte reacción social provocada por su presunta implicación en un caso de corrupción.

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La citación esboza por dónde va a ir el grueso del interrogatorio y qué asunto le interesa aclarar sobre todo al juez: los negocios que, bajo distintas fórmulas jurídicas, señalan a Urdangarin como perceptor de fondos públicos en sus tratos privilegiados con las Administraciones de los Gobiernos del PP en las islas Baleares y la Comunidad Valenciana y el destino y tratamiento fiscal que se ha dado a los mismos. Todavía no se han concretado los delitos, pero es fácil deducir que los hechos apuntan a la malversación de caudales públicos, fraude a la Hacienda pública y prevaricación.

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Urdangarin se encuentra a partir de ahora frente a una resolución judicial que le señala a él personalmente y que le introduce en un caso de presunta corrupción en el que ya figuran una decena de imputados. Y que aprecia indicios delictivos en su relación empresarial con Administraciones públicas que, según la Agencia Tributaria, aportaron, mediante contratos y otras fórmulas de negocio, al menos la mitad de los 15 millones de euros facturados por el Instituto Nóos entre 2003 y 2006. Su citación como imputado dará armas a sus críticos, pero favorecerá su situación procesal: gozará plenamente de los derechos de defensa y a la presunción de inocencia y podrá exigir que se respeten mientras dura el proceso.

Como es lógico, la Casa del Rey ha manifestado su respeto a la actuación de los jueces al conocer la imputación de Urdangarin. Pero al margen de la dimensión jurídica de los hechos, la Corona ya adelantó su veredicto en el ámbito de ejemplaridad institucional que le es propio declarándolos "no ejemplares". Cualquiera que sea el desenlace del proceso judicial abierto a Urdangarin, la Corona debe preservar su prestigio con reglas de comportamiento que la blinden frente a la corrupción y los comportamientos abusivos de carácter personal.

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