_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Contador a cero, Mariano

Tercer memorando imaginario.

A: Mariano Rajoy.

De: Ficticio departamento de Estrategia del PP.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Asunto: ¿Y ahora qué?

En los dos apuntes previos que te enviamos (EL PAÍS, 3 de marzo y 7 de julio de 2010), te advertimos del difícil equilibrio que buscamos desde hace tres años: no desvelar nada que asuste a los centristas o enfade y active a los progresistas, y mostrar al tiempo que somos gente fiable con ideas para gobernar. ¡Lo que nos está costando, Mariano, no decir nada comprometido y aparentar que decimos algo interesante a la vez! El problema que tenemos desde el sábado es que, al anunciar que no competirá por un tercer mandato, Zapatero nos ha cambiado el guión, nos ha puesto el contador a cero, ha comenzado una partida nueva.

El candidato y el discurso del PP han envejecido de golpe. Ahora se abre una nueva partida

Perdemos al enemigo y ellos ganan un mártir. Llevamos siete años presentando a Zapatero como el ogro enemigo de España, y ahora resulta que el ogro, en solo unas horas, se ha convertido en el patriota que sacrifica su reputación por España y que luego deja el puesto con abnegación. Se sabe que quien anuncia que se va tiene, por el mero hecho de hacerlo, una oportunidad para mejorar su valoración pública, y es muy probable que en el caso de Zapatero mejore, porque los efectos de la crisis los tiene ya amortizados.Tenemos que prepararnos para que en los próximos meses tu puntuación no suba y la de Zapatero sí. La gente le verá con más simpatía y más respeto. Qué error, por cierto, poner a Barberá y a Camps a contrastar con Zapatero tras su anuncio. Tenemos que ordenarnos. Seguimos cometiendo errores tácticos de libro.

De pronto, nos quedamos viejos. Zapatero parece ahora no solo más patriota; también más sexy. No digamos Carme Chacón. Incluso Rubalcaba, que tiene cuatro años más que tú y cinco años más que Calvo Sotelo cuando llegó a la presidencia, parece rejuvenecido. Ellos van a cumplir: esto no es el PSOE de 1996. Tienen ganas y hambre de victoria. Es incluso probable que, de producirse, la competición entre el vicepresidente y la ministra de Defensa esta sea elegante y amable.

Cuando González dimite en 1996 su partido está hecho unos zorros tras la derrota electoral. No tienen, además, experiencia en primarias. Ahora, en cambio, Zapatero sigue en el poder y su partido aún tiene opciones de conservarlo. Si lo hacen bien, vamos a envejecer día a día en el verano de las primarias socialistas: un sano, alegre y optimista contraste entre una mujer moderada, integradora, experimentada, con visión y con un nuevo relato progresista, y un veterano, pragmático, inteligente y seductor vicepresidente; una militancia que podrá elegir, y una opinión pública que asistiría a un democrático proceso de elección. ¡Qué contraste, Mariano, con el cuaderno azul en el que Aznar escribió tu nombre!

Nada está cerrado en las locales y autonómicas, y ahora menos. Nuestras encuestas, y las suyas, dicen que ellos podrían perderlo todo, pero también ganarlo. Cospedal hace un difícil papel en Castilla-La Mancha, defendiendo un día una cosa y al siguiente la contraria, y disfrazándose de manchega a tiempo parcial. Y es solo un ejemplo. Tenemos batallas cruentas en Asturias, en Baleares, en Cantabria... Ha habido casos en los que las locales han anticipado el resultado de las generales (1995), pero también casos en los que no (2007). Lo cierto es que ahora nos va a costar más hacer una campaña nacional so pretexto de locales y autonómicas. Nos hemos quedado sin pared a la que lanzar la bola.

Cambio de estrategia para las generales. Tú podías representar el cambio hasta hace unos días. Hoy el cambio más grande, paradójicamente, no serías tú, sino Carme Chacón: mujer y joven (pero no tanto, como Felipe, Suárez, Kennedy, Obama, Cameron o el propio Zapatero, que tenían aproximadamente su edad cuando llegaron al Gobierno, y ninguno su experiencia). Nuestras encuestas, y las suyas, dicen que las mujeres y muchos jóvenes se irían en masa con ella.

Con respecto a Rubalcaba, imagínate un debate televisivo entre tú y él: es escurridizo, simpatiquísimo y extremadamente habilidoso. Lo sabe todo de política. En cualquier caso, un mitin nuestro contigo más Aznar y Fraga en primera fila, contrastaría mucho con uno de Chacón y Rubalcaba con Felipe y Zapatero. Desde que anunció que no será candidato, los socialistas, y el propio Zapatero, están en mejores condiciones para volver a recuperar a sus votantes desencantados.

De manera que tendríamos que ver qué hacemos, porque quizá este clima deprimente de crisis económica que tanto hemos ayudado a construir no sea suficiente para ponerte en La Moncloa. Nos tememos que nos va a hacer falta algo más, pero aún no sabemos qué: alguna propuesta aún por definir; quizá ayuda de Gallardón, o de Rato, o de algún líder internacional; o confiar en que el paro aumente todavía más; o que haya alguna otra mala noticia económica... No sabemos todavía qué, pero algo se nos ocurrirá.

Luis Arroyo es presidente de Asesores de Comunicación Pública.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_