Decrecimiento

Últimamente ha cogido gran protagonismo el movimiento por el decrecimiento y sus propuestas, de gran actualidad en un momento de crisis del sistema como el actual. No hay que confundir decrecimiento con recesión, que es lo que estamos viviendo actualmente.

El decrecimiento lo que propone es el replanteamiento del actual mito de un crecimiento indefinido de la producción y el consumo, base de nuestras sociedades consumistas y que no lleva a ninguna parte, y su sustitución por otro paradigma más racional y sostenible.

Como bien dice el profesor Serge Latouche, crecer indefinidamente en un mundo finito y de recursos limitados es un contrasentido. Aquí en España ya hemos visto adónde lleva esta obsesión por el crecimiento per se en forma de destrucción del territorio y agotamiento de los recursos naturales como consecuencia del boom de la construcción y el consumismo desenfrenado de estos últimos años. Este modelo socioeconómico no es exportable al resto del mundo porque simplemente lleva a la destrucción.

Si no marcamos nosotros unos límites, ya se encargará la propia naturaleza de hacerlo, como estamos viendo con el problema actual del cambio climático.

Se trataría de abandonar este modelo basado en un crecimiento indefinido, redistribuir mejor la riqueza y el trabajo y vivir con menos para poder vivir mejor y para que el resto del mundo, simplemente, pueda vivir.