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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Dejad en paz a las mujeres

Que el ministro Gallardón anuncie entre sus prioridades la reforma restrictiva de las normas legales respecto al aborto no deja de ser un homenaje a la extrema derecha, tan potente dentro de su partido. Porque el aborto en España ni es un problema social, causante de escándalo y perturbación, ni ha aumentado con la actual ley que reconoce la libertad de las mujeres y, por el contrario, ha reconocido el derecho a la libre maternidad, liberando a las mujeres de la tutela masculina, también de la tutela del Estado y de las obsesiones que con el sexo y sus consecuencias tiene la Iglesia católica.

Si el PP se empeña en restar derechos se va a enfrentar con la mayoría social de un país moderno como el nuestro. En toda Europa solo los países apostólicos como Irlanda, Chipre y Polonia limitan la libertad sexual de las mujeres. Gobierno del PP, dejadlas en paz, esto no es el Vaticano.- Roberto Lertxundi. Senador, portavoz socialista en la Comisión de Sanidad. Bilbao.

Según se desprende de las declaraciones del nuevo ministro de Justicia, se volverá a reformar la ley del aborto. El debate solo se centrará en el poder de veto que ejercerán los padres sobre sus hijas mayores de 16 años pero menores de 18 en el momento de decidir si interrumpir el embarazo o no, es decir, los padres deberán valorar si su hija es lo suficientemente madura para tener, cuidar y educar a un niño.

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Mi pregunta es si un padre o madre considera a su hija capacitada para traer un niño al mundo, cuestión que puede ser de las más difíciles a lo largo de la vida de una mujer, ¿no lo estará también para decidir si lo quiere tener o no? El consentimiento de ser madre, situación que es para toda la vida, no debería depender de unos futuros abuelos. Si no damos responsabilidad a los hijos, estos dependerán siempre de sus progenitores, incluido el futuro nieto.- Miguel Remírez Manceñido. Dos Hermanas, Sevilla.

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