Educación mixta: ¿única alternativa?
El fracaso escolar sigue siendo un problema del que no acabamos de salir. Ahora los datos son: es un asunto masculino, el 80% de los alumnos conflictivos son chicos. También en el abandono escolar van ellos en cabeza. Otro dato, el 36% no acaba ni la ESO.
Los estudios dicen que, mientras las chicas estudian ocho horas semanales, los chicos lo hacen tres. Y que los repetidores son el doble en los varones. Llevo casi cuatro décadas en la enseñanza pública y, por tanto, mixta; sin embargo, no estoy segura de que ésta sea la mejor ni la única solución para que se mejore el rendimiento escolar. Por tanto, y a la vista de tanto fracaso, todavía me ha sorprendido más que no se conceda en Cantabria una subvención en un colegio donde, por lo menos, no lo hacen peor; es más, en algunos aspectos superan con creces a nuestras escuelas públicas, cada vez más desmotivadas y con tanto fracaso. Es como una actitud infantil de no querer reconocer que no siempre tenemos razón, que otras soluciones pueden ser buenas aunque no nos gusten, y me parece una sandez que se llame discriminar a la educación diferenciada. Simplemente, separan en las clases, adaptándose a las circunstancias tan evidentes de distinta maduración entre los chicos y las chicas.
Estados Unidos y el Reino Unido tienen muchas escuelas así y nadie lo considera discriminatorio.