Gracias, Europa, gracias

Me veo obligada a agradecer públicamente a la Unión Europea la ayuda que está prestando a mi carrera profesional, al mismo tiempo que doy a conocer las múltiples oportunidades que Europa ofrece a jóvenes profesionales que, como yo, intentan abrirse un carrera investigadora.

Tras acabar mi licenciatura en España solicité al Servicio de Voluntariado Europeo una ayuda económica para ir a Argentina para trabajar como voluntaria en una ONG local. La Unión Europea me financió el transporte, alojamiento, manutención y una pequeña asignación económica mensual para gastos personales. Gracias a esta ayuda, tuve la oportunidad de viajar a Latinoamérica, teniendo una primera experiencia profesional, muy enriquecedora a nivel personal.

Una vez de vuelta en Europa, la Unión Europea pagó íntegramente la matrícula de un máster en una universidad británica, sin el cual no hubiera tenido acceso al trabajo que actualmente desempeño, como investigadora en un centro de investigación adscrito a una universidad británica.

Finalmente, una vez más decidí probar suerte en la Unión Europea y solicitar unos prestigiosos cursos de formación en Alemania en la materia en la que actualmente investigo, los cuales me han sido concedidos. Esta nueva ayuda me dará la oportunidad de conocer a profesionales que como yo desempeñan una tarea investigadora en otros centros europeos.

Por supuesto que si he recibido todas estas ayudas ha sido porque he buscado, he navegado por las páginas web de la Unión Europea, me he movido, he preguntado, he rellenado tediosas solicitudes y he pasado entrevistas. Pero está mereciendo la pena. Y estoy segura de que Europa seguirá apoyando mi carrera profesional en el futuro. No tengo más que palabras de agradecimiento para la Unión Europea, sin la cual una joven española de clase media no podría estar trabajando en el Reino Unido, codeándose con otros profesionales europeos y con una carrera profesional internacional que no ha hecho más que empezar.