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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

¿Importar penuria?

Dentífricos envenenados, juguetes peligrosos, draconianas condiciones de trabajo, corrupción rampante, esclavitud de niños y deficientes mentales. ¿Son éstas las bases sobre las que crece el gigante chino y de las que se sirven las multinacionales para mejorar sus resultados? Las democracias occidentales no deberían ser partícipes ni sentirse indiferentes ante una dictadura como la china que no respeta ni reconoce los derechos humanos, que permite la corrupción como forma primaria de acumulación de capital y que niega las libertades individuales y colectivas a su pueblo, ya que este tipo de políticas permiten la explotación de los trabajadores chinos y provocan problemas de salud pública. De igual forma las empresas occidentales no tendrían que basar sus decisiones únicamente en ratios económicos, sino también en códigos deontológicos y de transparencia hacia los consumidores, que deberían saber dónde, cómo y en qué condiciones se fabrican los productos. El aumento del beneficio en las empresas no tendría que conseguirse a cualquier precio.

Si los consumidores empezásemos a ejercer nuestras potestades y sólo comprásemos productos chinos que garantizasen unas mínimas normas de calidad y de derechos laborales de los trabajadores que los fabrican, sería la medida de presión más eficaz para que el Gobierno chino empezase a hacer sus deberes.

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