_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Justicia civil, laica

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, apela a sus creencias religiosas para desaprobar la ley del aborto. Cuando el presidente del Gobierno le propuso para el cargo, aseguró que las convicciones ideológicas, morales o religiosas no pueden condicionar la capacidad de una persona para una responsabilidad institucional. Y es que poder y deber son dos verbos cuyo significado se confunde habitualmente.

Que alguien que ha de tener decisión en temas complejos y sensibles socialmente en una sociedad plural -como es el caso de la ley del aborto- tuviera por costumbre repartir rosarios a modo de incentivo o gratificación entre los funcionarios de la Administración de justicia a la vuelta de sus frecuentes peregrinaciones a Tierra Santa, o que afirme que la única y verdadera justicia es la de Cristo, no parece el garante adecuado para presidir una institución que ha de garantizar una justicia civil, laica.

Pero esto no es nuevo; todo el mundo conocía las creencias del señor Dívar, por más que él en su momento manifestara que separaría las esferas pública y privada. Es decir, poder parece que pueden, aunque no deban.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_