El lado oscuro de Lébed

El ex general Lébed, figura emergente en la política rusa, mostró la semana pasada al mundo esa parte de su carácter que ha resultado ser inaceptable para los liberales rusos. Dirigiéndose a una asamblea de patriotas -que en Rusia, en estos días, a menudo significa xenófobos intolerantes-, juró que eliminaría del país las religiones extranjeras, incluyendo a los mormones, a los que calificó de "fango y escoria". Enunció las tres religiones tradicionales rusas, cristianismo ortodoxo, budismo e islamismo, y omitió el judaísmo. Cuando un cosaco le hizo una pregunta cortésmente, Lébed le respondió: "Dices que eres un cosaco, ¿por qué hablas como un judío?". Nadie necesita que le recuerden que los judíos han sido una parte de Rusia durante siglos y que lo siguen siendo, ni que el antisemitismo tiene una tradición semejante. Lébed, que consiguió un tercer puesto en las recientes elecciones presidenciales, se ha unido ahora al partido de Borís Yeltsin, quien se enfrenta el miércoles en la segunda vuelta a os comunistas de Guennadi Ziugánov. La estrategia del nuevo equipo Yeltsin-Lébed es ir a por los votos de los patriotas que rehuyeron a Yeltsin en la primera vuelta. ( ... ) El mundo intenta saber qué tipo de Rusia emergerá de las elecciones presidenciales. El antisemitismo y la intolerancia de muchos de los seguidores de Ziugánov son bien conocidos. Sería decepcionante ver a Yeltsin permitir que algunos de los suyos actuaran del mismo modo., 1 de julio