Mal empieza el partido de Rosa Díez
En su edición del 26 de octubre, EL PAÍS informaba de que el nuevo partido, UPD, liderado por la ex socialista Rosa Díez, rechazaba ir a las próximas elecciones generales coaligado con Ciudadanos, entre otras razones, por mi posición sobre referendos ilegales en Cataluña y el País Vasco. Concretamente, en la nota oficial emitida por UPD, se me acusaba de "apoyar la celebración de referendos soberanistas con el argumento de que es lo que establece la Constitución del Canadá".
Dicha acusación no sólo carece de base alguna sino que, además, afecta a mi reputación profesional: no es cierto que apoye referendos ilegales y tampoco lo es que la Constitución del Canadá los permita. Por tanto, ambas imputaciones son falsas -así como también otras que el comunicado me atribuye- y debidas a simple ignorancia o mala fe, aunque probablemente a una mezcla de ambas cosas.
Mi posición en esta materia está clara en múltiples escritos míos, tanto periodísticos como académicos. Remito a un artículo reciente (El plan Ibarretxe II) publicado en el diario vasco El Correo y en otros periódicos de la cadena Vocento el pasado 29 de septiembre, justo el día siguiente de la última propuesta del lehendakari.
También a los trabajos publicados en las revistas Teoría y Realidad Constitucional, números 10-11 y Cuadernos de Alzate, número 27.
Mal empieza un partido que dice pretender regenerar la democracia y utiliza burdas mentiras para intentar justificar sus decisiones.