Mil millones de preguntas
Decimos que la crisis la causaron bancos y ricos especuladores pero que la pagamos nosotros. Y en un determinado contexto tenemos toda la razón. Pero nos olvidamos de algo importante. Oxfam denunciaba en enero de 2009 que en el mundo hay ya "mil millones de personas hambrientas", en un informe que llevaba tal cruda frase como título. Una cifra récord de la que no debemos sentirnos orgullosos. Esas personas son realmente las que, no habiendo causado la crisis, la están sufriendo con más dureza. Esas personas sufren desde hace años una crisis alimentaria de la que no hablamos, quizá porque nuestro ombligo queda más cerca.
Del 20 al 22 de septiembre las Naciones Unidas se reunirán para revisar el estado de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. ¿Aprovecharán los líderes mundiales para establecer la lucha contra la pobreza como un asunto prioritario en la agenda política nacional? ¿O demostrarán que conciben la lucha contra la pobreza como un lujo, como una manera de limpiar su conciencia dando solo una parte de lo que sobra y recortando las ayudas a la primera dificultad? ¿Trabajarán para establecer cambios estructurales, como estabilizar los precios de los alimentos, tan sujetos hoy a las variaciones? ¿Impulsarán la puesta en marcha tasa Tobin? ¿Acabarán definitivamente con los paraísos fiscales? ¿Se comprometerán a realizar el esfuerzo de modificar sus políticas de relaciones y comercio exterior para hacerlas coherentes con sus políticas de cooperación? ¿Harán algo, o solo dirán cosas?.