Muñoz Molina y la Guerra Civil
Hace unos días apareció un suelto en el que Antonio Muñoz Molina expresa una opinión que me ha producido irritación, más que sorpresa. Viene a decir que en el caso de haber estado en la situación de quienes vivieron en los momentos próximos a la Guerra Civil no hubiera sabido qué bando hubiera escogido.
Deduzco, pues, que Antonio Muñoz Molina dudaría si apoyar al Gobierno legítimo de la II República o al movimiento militar golpista, encabezado por el general Franco, que desencadenó la Guerra Civil española.
A menudo estos intelectuales, antaño progres, se quedan en la superficie del enfrentamiento bélico, repartiendo mandobles por igual, obviando a propósito que la Guerra Civil, aparte de provocar los centenares de miles de muertos que produjo, fue la antesala de una dictadura feroz, en donde el exilio, los campos de concentración, las cárceles, las torturas, los trabajos forzados, la represión generalizada y el terror, siempre el terror, anularon a millones de personas decentes y a todo un pueblo sojuzgado y anulado.
Para Antonio Muñoz Molina y para otros intelectuales hay que mantener la equidistancia (por ejemplo, entre Franco y Azaña). Qué pena que proliferen tantos equidistantes interesados entre los llamados intelectuales.