La ONU y los discapacitados
Parece obvio, pero no lo es: las personas con diversidad funcional (discapacidad) también tenemos derechos humanos. Y en España no se respetan.
El Gobierno Español afirmó en Ginebra que en nuestro país se ha avanzado mucho en el terreno de los derechos de las personas con diversidad funcional (discapacidad). Yo tengo una diversidad funcional -paraplejia- y me sentí respaldada al saber que el relator de Naciones Unidas opinaba que en España no se ha avanzado tanto.
La asociación SOLCOM lo demostró en Ginebra y lo demuestra a diario: en España los niños con diversidad funcional no pueden estudiar en colegios ordinarios y son relegados a guetos llamados colegios de educación especial que fomentan la discriminación y frenan su desarrollo. En vez de potenciar la autonomía personal se potencia la dependencia y hay casos de malos tratos.
Una persona con diversidad funcional no puede viajar sola en avión ni ser miembro de un jurado popular. Faltan sobredosis de accesibilidad universal, en muchos lugares sigue sin haber cuartos de baño adaptados, etcétera.
Nuestro país ratificó en el año 2008 la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (Diversidad Funcional). Pero han pasado tres años y sigue sin cumplirla.
Somos muchos los ciudadanos que necesitamos que nuestros derechos humanos sean una realidad. Porque yo quiero tener derecho a una muerte digna, pero antes de que me llegue la muerte quiero una vida digna. Ahora no la tengo.