Petróleo: una nueva etapa
El petróleo ha superado ya los 100 dólares por barril. Al ritmo actual, pronto se superará el precio máximo histórico ajustado a la inflación. ¿Y entonces qué? ¿Seguiremos explicando la subida continuada de los últimos años, y que apuesto mi último euro a que seguirá en los próximos, con las razones habituales? ¿Seguiremos negándonos a mirar la raíz del problema? La raíz es que el petróleo es un recurso finito y no renovable. Hay lo que hay. Y cada vez queda menos, y es más difícil de obtener. Los principales yacimientos, descubiertos hace décadas, están en declive. Y no se encuentran nuevos yacimientos comparables, por más que los esfuerzos de exploración se hayan redoblado. La fiesta del petróleo barato y abundante toca a su fin, y hay que afrontarlo. Las estimaciones del momento en que comenzará el declive mundial de la producción de petróleo van desde las muy pesimistas de que ya estamos en declive (Simmons, Energy Watch Group), pasando por las que sitúan el declive en unos pocos años (ASPO) hasta las -a mi juicio excesivamente optimistas- de la AIE y CERA. Casi el 100% del transporte depende del petróleo. Y la maquinaria agrícola, los plásticos, los fertilizantes... ¿No deberíamos reaccionar ya.