¿Podrán competir las empresas honradas?
Si continúa la tendencia actual, las empresas honradas, aquellas que cumplen con sus deberes fiscales, sociales y ambientales, desaparecerán, no podrán competir con las grandes empresas cuya ley es la elusión y la evasión fiscal.
Sabíamos que los ricos no pagaban casi impuestos. Ahora sabemos que las grandes empresas tampoco. Según un reciente informe del Parlamento Europeo, las multinacionales y las empresas grandes no pagan los impuestos que marcan las leyes. Este informe del Parlamento Europeo dice textualmente: "Aproximadamente un tercio de las 700 mayores empresas de Reino Unido no pagaron impuesto alguno en 2005 y 2006; el 25% de las compañías estadounidenses con activos superiores a 250 millones de dólares o ingresos superiores a 50 millones de dólares al año, tampoco pagaron impuesto alguno entre 1998 y 2005; y las mayores empresas francesas están pagando un 8% sobre los beneficios medios reales, mientras que el índice impositivo oficial en Francia es del 33%" (Informe sobre el fomento de la buena gobernanza en el ámbito fiscal, 2009/2174, INI).
Los Gobiernos están bien informados, pero parecen impotentes ante este estado de cosas. Y son incapaces de garantizar los derechos constitucionales a los ciudadanos. Las grandes fortunas, a nivel planetario, se dedican a especular, evitando cualquier relación con el mundo productivo real, y hacen tambalearse a los Gobiernos a su antojo. Esta especulación está llevando a la ruina el modelo de Estado social.
Las grandes empresas, los ricos, los bancos, han roto todas las reglas del juego, y han convertido la economía mundial en un inmenso casino, en una despiadada ruleta rusa. Los Gobiernos, incapaces de frenarles, les entregan nuestros impuestos. Y encomiendan el control del fraude a minúsculos grupitos de funcionarios sin medios suficientes para hacer su trabajo.