¿Problema de vivienda? ¿Qué problema?

Obcecados por una visión retórica e interesada de la cuestión (pocos políticos habrá que no hayan invertido-especulado en vivienda) los principales partidos políticos de este país se empeñan en proponer soluciones a un problema que no existe, es decir, el de la falta de vivienda o de suelo, consecuentemente con la retórica neoliberal y del supuestamente todopoderoso y libre mercado (a más oferta menos precio).

Pero el problema de la vivienda para la ciudadanía no es la falta de vivienda, sino el acceso a ella. Subvenciones y desgravaciones a arrendadores, inquilinos o compradores finalmente siempre se han traducido en una subida de precios. Y ello es así porque la demanda es forzosa y sin alternativa, mientras que la oferta no tiene prisa por no tener fecha de caducidad ni necesidad imperiosa de vender.

Fomentar la salida al mercado de las viviendas vacías o la construcción de nuevas, ya sea para alquiler o venta, no supondrá, como no ha supuesto hasta el momento, una disminución significativa en el precio para el bolsillo del común ciudadano. La oferta siempre ha sido más que suficiente y los precios han subido sin cesar.

La solución pasa por asumir esto y ofrecer una alternativa adecuada a los ingresos de los españoles (la gran mayoría por debajo del salario medio) y ésta no puede proceder de este mercado injusto, porque mientras el precio fijado por la oferta es libre, la demanda no tiene opción. Es en mi opinión obligación de las administraciones que a todos dicen representar el ofrecer vivienda pública de alquiler, sin guetos, barata y de calidad, aunque sea pequeña. Y por supuesto sin afán de lucro.