¿Quién da más?

Qué interesante la fotografía de Aznar en el despacho oficial de Kirchner, en visita de negocios. No sólo el yerno, entonces, sino que el mismísimo ex presidente del Gobierno incrementa sus arcas con estas gestiones seudopolíticas, al rebufo de los contactos de alto vuelo recientemente establecidos. Y ahora ya sé dónde está la pieza que me faltaba del rompecabezas de la guerra de Irak. La pieza silenciada que explica el entusiasmo de Aznar por saltarse las comprobaciones de la ONU y entrar de lleno en un conflicto (en contra del parecer de más del 90% de los españoles) cuya necesidad la historia ya ha demostrado que era falsa; la pieza que sustenta sus rotundas y mendaces afirmaciones sobre la existencia de armas de destrucción masiva en contra de toda sensatez: la pieza del puzzle que faltaba es la promesa de contactos y negocios opíparos, si no ya, me pregunto, ¿la entrega de dinero contante y sonante? (Recuérdense las groseras declaraciones de Jeff Bush en su injustificada visita a España, con Aznar a su lado: "Puedo asegurar a todos los que tienen dudas que a largo plazo esa relación

[entre EE UU y España] dará beneficios que no se pueden imaginar ahora" [18 de febrero de 2003, a un mes y dos días de la invasión de Irak). Antes lo sospechaba "fuertemente", como dicen los argentinos; ahora me caben muy pocas dudas.