Reforma laboral y formación
Leo en EL PAÍS del 16 de agosto la propuesta del PSOE para "mejorar" la reforma laboral antes de su paso por el Senado en la que sugiere que los parados que no acepten realizar cursos de formación desde el primer día de sus prestaciones sean sancionados. Imagino que matizarán la medida, porque no será lo mismo el desempleado con formación universitaria que el desempleado sin ningún tipo de cualificación...
Por otra parte, ¿no sería más interesante revisar en serio la modalidad de orientación y formación -transferidas a las comunidades autónomas- para sentar unas bases más solidas y fundamentadas en la eficacia real de la formación más que en "hacer por hacer" movilizando miles de millones para no saber a dónde se va? ¿Alguien ha analizado realmente el nivel de la orientación laboral que depende de una subvención de la comunidad autónoma? ¿Alguien sabe cuál es el estado real del binomio formación ocupacional-empleo? ¿Y por qué no le damos al desempleado el coste del curso y movilizamos su iniciativa? ¿No deberíamos considerar que gran parte de los desempleados de difícil inserción debieran de tener procesos distintos de atención y otros más autonomía en sus decisiones de inserción?
Si queremos un cambio de modelo deberemos plantearnos una profunda reforma de muchos procesos de toma de decisión, y la formación es el fundamento clave para el desarrollo de un país, por lo que medidas como las que sugieren, sin más, no conducen a nada, solo a la institucionalización del desempleado.
