Sector lácteo: juegan con nuestro futuro
La crisis alimentaria de 2007 y 2008 nos dejó una lección: los cereales -y, por tanto, muchos alimentos- no deberían ser parte del mercado financiero. Juguetear con el precio de las cosechas a futuro se le llama especulación. El vaivén de los precios se decide en la Bolsa de Chicago y en los grandes Fondos de Inversión. Y ésa es una de las propuestas que ahora se nos propone para el sector lácteo. Mientras los pequeños y medianos productores de leche de toda Europa se ven obligados a vender su leche a precios por debajo de coste, la comisaria Europea de Agricultura, Mariann Fis-cher Boel, declaró el día 5 que una posible solución pasaría por "establecer un mercado de futuros para los productos lácteos".
Por aquí me han preguntado: "¿Qué piensa hacer para combatir la crisis del sector; para cuándo la obligación del precio mínimo de compra de la leche para evitar el oligopolio de las grandes empresas lácteas que bajan y bajan los precios en su compra mientras mantienen altos el precio a los consumidores; qué planteamiento se puede llevar a cabo para desarrollar una política de cuotas que asegure una buena relación entre demanda y oferta; qué piensa de un modelo de soberanía alimentaria también en la leche que pueda asegurarse desde producciones familiares, locales y sostenibles".
Y por aquí me han respondido que la Bolsa va estupenda este año. Es una vergüenza para productores y consumidores. Juegan con nuestro futuro.