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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Ser inmigrante en Italia

El Partido de la Liga Norte ha logrado salirse con su pretensión, un tanto xenófoba, de considerar al inmigrante ilegal como un delincuente, estableciendo la posibilidad de condenarle a cuatro años de prisión.

Este logro político, si es que se le puede calificar como tal y no de estigma, sucede porque Berlusconi requiere de los votos de la Liga Norte para mantenerse en el poder.

Esta medida adoptada por el Gobierno italiano, amén de desproporcionada e impregnada de tintes fascistas, es ante todo inaplicable. Pensemos en el número ingente de inmigrantes ilegales que hay en Italia así como en otros países de la UE. ¿Qué va a hacer?, ¿construir nuevas cárceles? Los inmigrantes no sólo sufren viviendo por lo general en guetos de pobreza, sino que a partir de ahora se cierne sobre ellos la posibilidad de acabar entre rejas.

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Los italianos han emigrado durante siglos a Estados Unidos y Argentina, así como a otras partes del globo, y fue en el seno de esas comunidades donde una parte marginal de las mismas recreó las organizaciones mafiosas que había en su país de origen, y pese a ello no se criminalizó ni se persiguió, ni menos aún se les encarceló.

Las medidas emprendidas por el nuevo Duce están tomadas en virtud de consideraciones partidistas, azuzando el miedo de la población. Que Berlusconi desempolve los libros de historia y tenga un poco de empatía, virtud de la cual su Gobierno carece.

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