Sigue el ajuste laboral

Los datos del paro registrado en abril apenas permiten un atisbo de optimismo en la evolución del mercado laboral en 2011. La caída del paro en 64.309 personas durante el mes, que deja el volumen total de paro registrado en 4.269.360, supone un respiro estacional a las pésimas estadísticas del desempleo hasta abril, y probablemente inaugure una leve mejora de la ocupación para los próximos meses. Pero es imposible recuperar empleo neto y bajar el paro con bajas tasas de crecimiento. Casi toda la suerte está echada. La modesta recuperación será insuficiente para crear trabajo y lo más probable es que el ajuste del empleo no termine hasta más allá del primer trimestre de 2012.

Esto no quiere decir que el paro registrado en abril sea un mero espejismo; solo que el único sector capaz de crear empleo neto en estos momentos es el de servicios. Pero los 70.000 puestos de trabajo que podría generar durante el ejercicio no bastan para compensar las caídas de empleo en industria y construcción. Cualquier mejora posible en el mercado laboral será irrelevante para reducir el paro. Este pronóstico es coherente con las previsiones de Economía, cuyo secretario de Estado ha insistido en lo que ya era evidente, que el crecimiento en 2011 será insuficiente para generar empleo neto, y con el gobernador del Banco de España, que ha pronosticado varios meses más de restricciones crediticias.

Las estadísticas del presente no hacen sino confirmar las predicciones realizadas al comienzo de la recesión, que dibujaban para la economía española una larga penitencia de paro muy alto (con los costes públicos que acarrea). Hoy parece más claro que si hay un destello al final de ese túnel, será después del primer trimestre del año próximo. El presente laboral español es oscuro. La recesión está erosionando intensamente el empleo estable; en los últimos cuatro trimestres, el mercado laboral ha perdido unos 158.000 empleos fijos (los más protegidos al comienzo de la crisis) y en ese segmento se cebará el ajuste laboral pendiente.

Debe ser frustrante para el Gobierno comprobar que la reforma laboral no haya servido hasta el momento para aumentar la contratación estable. En abril descendió el 13,4%, y en lo que va de año ha caído el 6,5%. ¿Qué es lo que se hizo mal en la reforma laboral y ahora puede mejorarse? Esa sí debería ser una reflexión prioritaria del equipo económico.